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Cultura

¿Por qué la villa más bella del mundo se llena de velas?

Será este sábado 5 de julio, y se repetirá una semana después

Concierto de las Velas de Pedraza @Nacho ValverdeAgencia ICAL

El verano es tiempo de descanso, de ocio, de naturaleza, de cultura. Y la villa más bella del mundo reúne todos los atractivos. Pero este fin de semana el lugar se llena de magia y de espectacularidad a la luz de las velas, que la convierte en una cita obligada en el verano español. ¿Pero por qué se llena de velas? Se trata del acontecimiento cultural más importante del municipio, y se celebra siempre en las mismas fechas, los dos primeros sábados del mes de julio. Se empezó haciendo por una casualidad. Los vecinos del pueblo querían arreglar el órgano de la iglesia de la plaza, que es la iglesia de la plaza, y no había presupuesto, así que se les ocurrió hacer una iniciativa puntual, simplemente con cuatro velitas dentro del patio armas del castillo, con muy poquita afluencia de gente. Gustó tanto que al año siguiente la gente preguntaba: «Oye, ¿y el concierto? ¿Qué pasa? ¿Que no lo vais a volver a hacer?».

Desde ese momento “Los Conciertos de las Velas” son la expresión vital de 29 años de historia reciente de la Villa, solo empañado por la pandemia de la Covid, que obligó a suspenderlos en los años 2020 y 2021.

Muchas orquestas y agrupaciones musicales han intervenido, españolas y extranjeras, y han sentido la pasión, el disfrute, la sorpresa, la admiración, la vida en la música; clásica, coral, sinfónica, de cámara, de jazz, flamenco, etc. Todo ello presidido por la calidad y el buen hacer de innumerables directores e intérpretes que han sentido cercano el cariño del municipio.

La villa de la que hablamos es la segoviana de Pedraza. Desde 1993, cada verano, el pueblo medieval más bello del mundo apaga su alumbrado público y enciende su Castillo con la luz cálida de más de 50.000 velas que iluminan las calles, balcones y plazas de la localidad “para convertir la villa en un templo al aire libre de la música clásica”. Organizados por la Fundación Villa de Pedraza se celebrarán los sábados 5 y 12 de julio en la explanada del Castillo para transformar la villa medieval en un escenario mágico.

Conciertos

La programación arrancará el sábado 5 de julio con la formación vienesa Wiener Concert-Verein. La prestigiosa formación vienesa ofrecerá un programa que combina la elegancia del clasicismo con la vitalidad de la música de baile. La primera parte incluirá obras como la Serenata del Cuarteto de Cuerda en Fa mayor, Op. 3 nº 5 de Joseph Haydn y el Divertimento en Do mayor K. 136 de Wolfgang Amadeus Mozart. La segunda parte estará dedicada a la música de Johann Strauss II, con piezas como Rosen aus dem Süden (Rosas del Sur), Kaiserwalzer (Vals del Emperador) y Frühlingsstimmen (Voces de Primavera).

Por su parte, el 12 de julio, el concierto será protagonizado por la Orquesta de Cámara de Perugia (Italia). Bajo la dirección del reconocido violonchelista Enrico Bronzi, la orquesta italiana presentará un programa que destaca por su profundidad y emotividad. La primera parte incluirá la Sinfonía nº 4 en Re menor «La casa del diavolo» de Luigi Boccherini. La segunda parte culminará con la interpretación de la Sinfonía de los Adioses de Joseph Haydn, una pieza emblemática en la que los músicos se retiran del escenario uno a uno, apagando sus velas, hasta dejar la sala en silencio y penumbra, creando un final conmovedor y simbólico.

Cada año se facilita un determinado número de entradas gratuitas de acceso a la Villa en cada uno de los días del Concierto de las Velas a los que hay que sumar el pase de los vecinos, de aquéllos que tienen reserva confirmada en los distintos establecimientos hoteleros y restaurantes de Pedraza y de las personas que tengan entradas para cada concierto.

Son miles de visitantes y de muchos países los que llenan estos días las calles de Pedraza, hasta el punto de que los organizadores en los últimos años hayan tenido que limitar el aforo precisamente por esto, porque ha llegado un momento que el evento corría peligro de que no fuera seguro.