Opinión
La Reina Sofía: 50 años de Monarquía
"Trabajar por los demás, cooperar, servir y ser útil, nunca ha sido un esfuerzo para ella, sino un regalo que le ayuda a mantenerse física, mental y espiritualmente entera"
Acaba de cumplir 87 años, jubilosa y gozosamente celebrados, dentro y fuera de España, coincidentes con el 50 aniversario de nuestra monarquía.
Para algunos, la Reina Sofía, es el miembro más querido de la Familia Real. Aunque los hay, también, que la adoran, como la popular Alaska o José Mercé, entre otros, que han utilizado este término desde el escenario, para que no halla duda. El secreto tal vez sea que es experta en impulsar herramientas para renovar la esperanza y el bienestar cuando más falta hace.
Dice la prensa republicana francesa que doña Sofía, "además de ser una figura fundamental en el seno de la corona española representa una guía moral para don Felipe y un ejemplo a seguir". La trayectoria de la madre del Rey es intachable. Doña Sofía ha destacado por su compromiso y abnegación; lo estamos viendo ahora, con esa dedicación a su hermana, la Princesa Irene de Grecia, enferma de Alzheimer.
Una dolencia por la que doña Sofía no se cansa de movilizar recursos y personas, al igual que hace con los microcréditos para mujeres emprendedoras de todo el mundo. Esta misma semana, presidía un encuentro nacional de familiares de enfermos de Alzheimer, a los que les recordó: "no olviden nunca que la primera obligación del cuidador es cuidarse ".
Cuidarse a sí mismo con amor, es la base para cuidar a los demás, ciertamente. Pero, antes de seguir adelante, hay que decir que Doña Sofía no cumple años. Cuando llegó a los 70, le pregunté qué se sentía; y ella, con esa sonrisa y esa apacibilidad que la caracterizan, me respondió: "nada. No siento absolutamente nada, porque no soy yo, es como si fuera otra la que los cumple". Y se echó a reír.
Así es Doña Sofía. Trabajar por los demás, cooperar, servir y ser útil, nunca ha sido un esfuerzo para ella, sino un regalo que le ayuda a mantenerse física, mental y espiritualmente entera, cuando las cosas vienen mal dadas.
Esto es lo que dice de ella su marido, el Rey Juan Carlos, en esa biografía tan esperada, que saldrá estos días a la calle: "es una mujer excepcional, íntegra, bondadosa, rigurosa, devota y benevolente. Es la personificación de la nobleza de espíritu". Doña Sofía es una madre entregada a sus tres hijos, quienes siempre pueden contar con ella, sobre todo en los momentos más complejos y enmarañados. Su sencillez y cercanía, han ido siempre a la par de su dignidad.
Madre, esposa y también abuela, la Reina Sofía tiene ocho nietos que la quieren con locura. Los lectores de "Point de Vue", la revista más seria y respetada del mundo sobre Familias Reales, la han elegido como "la abuela más inspiradora de la realeza".
Ya pueden ponerse las cosas remal, que nunca se enoja en público o juzga a nadie, mientras hace cuanto está en su mano por acompañar a los suyos y a los de su alrededor con su mente y su corazón alerta, para ser útil en todo lo que signifique echar una mano y ver felices a los españoles.