Historia y cultura

10 expresiones típicas del catalán imposibles de traducir al castellano

Combinan matices culturales, emocionales y contextuales que no tienen equivalente exacto

La bandera de Cataluña
La bandera de Cataluña Archivo

El catalán, como lengua con siglos de historia y rica tradición cultural, cuenta con numerosas expresiones que resultan casi imposibles de traducir al castellano de forma literal, ya que combinan matices culturales, emocionales y contextuales que no tienen equivalente exacto. Una de las más conocidas es “estar a la gamba”, que significa estar al tanto de todo o muy pendiente de algo; su traducción literal (“estar en la gamba”) no transmite el mismo sentido. Otra expresión, “fer la guitza”, se refiere a molestar o fastidiar a alguien de manera insistente, algo más cercano a un matiz de persistencia irritante que no tiene un equivalente directo en castellano. “Tirar la tovallola” indica rendirse ante una dificultad, mientras que en castellano se suele recurrir a expresiones más descriptivas como “dar la toalla”, pero no captura la fuerza idiomática original.

“No tenir pèls a la llengua” es otra expresión única, utilizada para referirse a alguien que habla con franqueza y sin censura; en castellano se podría aproximar con “hablar sin pelos en la lengua”, pero pierde la musicalidad y la precisión del catalán. “Anar a pams” significa hacer algo con cuidado y minuciosidad, un matiz que difícilmente se reproduce con una sola palabra en castellano. “Fer un bofetó a l’aire” se utiliza para describir un intento inútil, algo así como “dar un golpe al aire”, pero la expresión mantiene un sentido poético que se pierde al traducirla.

Otra expresión singular es “estar com un llum”, que significa estar algo loco o excéntrico; traducirlo literalmente no transmitiría el sentido coloquial y humorístico que posee en catalán. “Cagar l’ós”, que significa estropear algo de forma grave, es muy gráfico y carece de equivalente directo en castellano sin perder la fuerza de la expresión. “Fer-se l’orni” indica fingir ignorancia o hacerse el desentendido, mientras que en castellano se recurre a construcciones más largas como “hacerse el sueco”, que no es exactamente igual. Por último, “tenir la mà trencada” se usa para describir a alguien que tiene mucha habilidad o experiencia en algo, algo que en castellano requiere explicaciones más largas y pierde la concisión del catalán.