Barcelona

Los empresarios se rebelan contra la idea de Colau de suprimir el puente aéreo

Fomento del Trabajo pide “prudencia” al Ayuntamiento

Ecologistas apoyan a Colau sobre puente aéreo con medidas inicialmente "chocantes" de reducción de contaminación
La alcaldesa de Barcelona, Ada ColaularazonEUROPA PRESS

Parte de la estrategia de la cruzada anti contaminación que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha emprendido consiste en soltar pequeños globos sonda a la espera de recabar reacciones. Un ejemplo de ello es un peaje en la entrada de la capital catalana, que cada vez coge más fuerza. Esta semana, uno de sus concejales, Eloi Badia, deslizó otra idea: suprimir vuelos que tengan alternativa ferroviaria. Y, más concretamente, el puente aéreo. “No es una opción, debemos reducir emisiones para no morirnos”, afirmó en una entrevista. Colau ha respaldado la propuesta que, sin embargo, levanta ampollas entre los empresarios. Fomento del Trabajo ha pedido “prudencia” al Ayuntamiento y ha subrayado la importancia de que ambas ciudades tengan “todas las conexiones posibles” ajustadas a la demanda, el tráfico previsto, la capacidad de cada servicio y los criterios económicos. Aun así, los empresarias abren la puerta a debatir medidas ante la emergencia climática, pero no a cualquier precio.

Para Colau, en cualquier caso, el aire de Barcelona es "irrespirable", por lo que hay que actuar antes de que “no podamos vivir aquí". La alcaldesa, sin embargo, admitió que el Ayuntamiento no tiene competencias en la gestión del aeropuerto y emplazó a abrir un debate entre administraciones para buscar un acuerdo. También pidió implicar al Puerto de Barcelona en la lucha contra la polución.

La propuesta ha generado cierto malestar en el PSC, socio de Colau al Ayuntamiento. Los socialistas entienden que es un debate todavía abierto en el seno del gobierno municipal. Por ello, consideran que Badia habló en nombre del partido, Bcomú, y no del gobierno municipal.

En este contexto, Fomento del Trabajo, junto con la patronal CEIM, alertaron del “riesgo de perjudicar la actividad económica y el empleo si se limita la movilidad Madrid-Barcelona”, lo que afectaría a servicios aéreos “con mucha demanda” de pasajeros. Por este motivo, pidieron prudencia ya que habría que tener en cuenta primero la demanda en función del volumen de pasajeros, el tráfico previsto y la capacidad real de cada servicio, dando respuesta tanto a la economía como a la emergencia climática.

Foment y CEIM subrayaron que “dos ciudades cosmopolitas” como Barcelona y Madrid necesitan disponer de todas las conexiones posibles y ven “imprescindible” el puente aéreo, ya que sirve para enlazar con destinos internacionales como Sudamérica. De hecho, argumentan que actualmente existen “muchos sistemas de transporte” entre ambas capitales por ferrocarril, aire y carretera, lo que supone “un mecanismo de libre competencia que garantiza el buen funcionamiento de estos servicios y también el precio”.