La contaminación del aire agrava la rinitis

Detrás de una congestión crónica, estornudos, secreciones abundantes, irritación y hasta de una pérdida de olfato, puede esconderse una rinitis. No es una enfermedad mortal, pero es un fastidio, además de causar un deterioro de la calidad de vida de las personas que la padecen, tiene un coste muy elevado para las arcas públicas. Los tratamientos son costosos, afecta a la productividad y causa absentismo. Supone un desafío importante para la salud porque afecta a un gran número de personas: entre un 20 y un 50 % de la población mundial. Esto es mucha gente, teniendo en cuenta que a 31 de diciembre, en la Tierra vivían ya más de 8.100 millones de personas. Pero pese a su prevalencia, a día de hoy, se sabe poco de los factores de riesgo de esta enfermedad. Ahora, un nuevo capítulo del proyecto de investigación del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), que indaga sobre los efectos que causa la contaminación en las personas, relaciona la contaminación del aire con un empeoramiento de los síntomas de la rinitis.

La rinitis es un trastorno de la mucosa. La líder del estudio, que acaba de publicarse en la revista «Journal of Allergy and Clinical Immunology», Bénedicte Jacquemin, señala que la rinitis está relacionada con el asma, «una patología estrechamente ligada a la contaminación atmosférica». Por este motivo, su equipo creyó oportuno comprobar si una exposición a largo plazo a la polución atmosférica juega un papel determinante en la rinitis. La respuesta es «sí».

Para el estudio analizaron los datos de 1.408 pacientes con rinitis de 17 ciudades europeas, entre las que se encuentran Barcelona y Oviedo, en España, París (Francia), Amberes (Bélgica), Umea (Suecia) o Efurt (Alemania). Cada participante respondió a un cuestionario sobre la gravedad de los síntomas que tienen relacionados con la rinitis y precisaba cómo interfieren estas molestias en su día a día. Estos datos se cruzaron con la contaminación atmosférica a la que están expuestos, vía el proyecto «European Study of Cohorts for Air Pollution Effects (ESCAPE)», en el que participa el ISGlobal, centro impulsado por «la Caixa».

El estudio confirmó que las personas que habitan en ciudades con niveles más altos de PM10 y PM 2,5 tienen síntomas de rinitis más agravados. Los investigadores asocian un aumento de 5 mg/m3 de las partículas inferiores a 2,5 micrómetros a una probabilidad un 17% más elevada de padecer rinitis severa. Estas partículas causan un empeoramiento de la congestión y la irritación nasal y más estornudos. La exposición a las emisiones gaseosas (NO2) tendrían un efecto distinto, aumentaría la gravedad de la secreción nasal y la congestión.

Ambos contaminantes se relacionan con el tráfico. La primera autora del estudio, Emilie Burte detalla que probablemente estos contaminantes agravan los procesos de estrés oxidativo, inflamación y apoptosis, el proceso por el que se eliminan las células dañadas de forma irreparable.

Alerta por episodio de contaminación

La Generalitat activó el jueves el aviso preventivo de episodio de contaminación atmosférica por PM10 y el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha las medidas preventivas pertinentes Hasta un 40 % de estas partículas la generan los vehículos. El resto proviene del polvo de las obras y los derribos. Y en episodios, nubes de polvo sahariano