Cataluña
La música urbana ya tiene su festival
El artista Lildami impulsa la primera edición del festival Maleducats que busca poner el trap, el rap y todos sus derivados en el foco y reclamar la importancia cultural de la creación joven
Si dos hombres se cruzasen por la calle y empezasen a insultarse con rimas con un ingenio y una rapidez superlativa, pues uno diría, anda, si son Quevedo y Góngora, pero no. Uno tendría la cara tatuada con un leopardo y el otro unas rastras que hacían juego con los dientes metálicos. Si encima llevasen micrófonos, pues entonces la sensación de maravilla sería completa. Y si de pronto empezase a sonar un ritmo hipnótico de aguijón frío detrás, pues entonces uno se pararía y empezaría a gritar: «¡fiesta, fiesta, fiesta!». Si Quevedo y Góngora hubiesen nacido en el siglo XXI serían traperos, sin duda, aunque también podrían ser astronautas o banqueros, que los sueños siempre son de cada uno.
La música urbana contemporánea está cansada de paternalismos y de tener que acoplarse a monstruos con estructuras del siglo pasado como son los grandes festivales. Está bien que los abuelos te aprecien, pero lo que siempre querrás es que te aprecien, sobre todo, tus compañeros, los miembros de tu generación, con tus gustos, tus intereses, tus experiencias y formas de divertirte y reclamar una identidad propia. Está claro que la música urbana está a punto de llegar a la mayoría de edad. ¿Está a punto de convertirse también en un abuelo? No, en joven al que el mundo escucha de igual a igual.
El cantante Lildami impulsa el festival Maleducats en Terrassa (Barcelona) con el objetivo de «poner la música urbana en el mapa» y dar voz a las mejores propuestas catalanas, estatales e internacionales y consolidar la nueva escena catalana de la cultura urbana. Así lo explicó ayer el cantante y director artístico del festival, Lildami, su manager, Ixent Sampietro y la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Terrassa, Rosa Boladeras.
Maleducats se presenta como el primer festival internacional dedicado a la música y arte urbano de nueva generación en Cataluña, que nace con la vocación de convertirse en un puerto para las mejores propuestas catalanas, estatales e internacionales. El certamen, que se celebrará el 9 de mayo y que tendrá una duración de 12 horas que transcurrirán entre dos días, acogerá a los principales protagonistas de la escena urbana actual «con un cartel muy diverso y muy difícil de repetir», explicó Lildami.
Algunos de los nombres serán el de Wos, Trueno y Ecko, varios de los raperos y «freestylers» argentinos más importantes del momento, así como la canaria Sara Socas, el propio Lildami y el grupo catalán 31 FAM, entre otros, que harán «que nadie se duerma», añadió Lildami.
El certamen también contará con un apartado de arte urbano, en el que, desde primera hora, prestigiosos grafiteros como Sendys, Nados, Musa71 y Harry Bones estarán creando obras originales. Paralelamente a los espacios destinados a la música, el recinto dispondrá de un espacio de restauración con «food truks» y de servicios de Punt Lila, Creu Roja y Energy control, en su apuesta por fomentar valores inclusivos y por la vocación pedagógica que caracteriza al festival. «Desde Cultura, la propuesta de Maleducats nos pareció un auténtico regalo. Nos sentimos muy afortunados de acoger esta iniciativa», aseguró Boladeras, quien añadió que han puesto como requisito que el festival fomente el «sello GAS» --Género, Accesibilidad y Sostenibilidad--, mediante una serie de actividades y campañas. Las músicas urbanas no quieren saber nada de Quevedo y Góngora, pues tienen sus propios referentes a reivindicar. Que así sea.
¿Quién es Wos?
Wos es un rapero y free styler argentino que ha conseguido cautivar a un selecto público adorador de las músicas urbanas. En 2019 lanzaba su disco debut y desde entonces su popularidad no ha dejado de crecer. Llega al festival convertido en una leyenda dentro de los campeonatos de freestyle, donde dos raperos se enfrentan cara a cara a ver quién tiene el ingenio más afilado. El ingenio de Wos hasta muerde, así que hay que tener cuidado.
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