Acoso sexual

ERC cesó al jefe de gabinete de Bosch por presunto acoso sexual

Torra pide explicaciones al conseller de Acción Exterior por los graves hechos de su subordinado

la razón
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ERC cesó en enero al jefe de gabinete del conseller de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparecia de la Generalitat, Alfred Bosch, tras abrirle expediente por “comportamientos machistas” en una investigación que el partido todavía mantiene en curso, según ha explicado la formación en un comunicado.

Carles Garcias Hernández, fue cesado del cargo por el departamento de Acción Exterior por “un caso continuado de acoso sexual a diversas trabajadoras del departamento”. En otro comunicado, la consejería ha concretado que, “tras recibir informaciones sobre actitudes machistas y sexistas” de Garcias, se impulsó de oficio una investigación interna para esclarecer los hechos.

“Debido a que en esta investigación no se desmintieron los hechos, se abrió un nuevo proceso interno de forma coordinada con ERC”, expone el comunicado. Los republicanos, además, han suspendido cautelarmente a Garcias de militancia.

Por su parte, el president de la Generalitat, Quim Torra, ha convocado hoy a Bosch, a raíz de los graves hechos. Le ha pedido explicaciones sobre este asunto, y también sobre la no activación del protocolo para la prevención y detección de casos de acoso sexual.

Torra le comunicó que se abrirá una actuación desde la inspección de servicios de personal de Función Públicapara esclarecer los hechos.

El partido asegura que cuando tuvo conocimiento del proceso iniciado, su vicesecretaria general de Mujeres, Raquel Sans, pidió al responsable de Cumplimiento Ético de la formación iniciar de oficio una investigación, y se activaron los protocolos internos de prevención, gestión y corrección.

Según el diario, "desde su posición de mano derecha del conseller y tanto en la sede del departamento como en actos o viajes, protagonizaba un marcaje constante a las trabajadoras, también a las que acababan de llegar, con comentarios, mensajes e insinuaciones, en los que llegaba a ser muy insistente para verse a solas con ellas".

"Las reuniones entre él y algunas de las trabajadoras acostumbraban a retrasarse hasta que no quedaba nadie más en el despacho y a menudo se intentaba que se hiciesen fuera del ámbito laboral. El lenguaje sexista y los chistes de contenido sexual eran habituales", expone el rotativo.

ERC asegura que pese a que la investigación sigue abierta, “llegado a cierto punto de estas informaciones, eran ya suficientes para instar al departamento a extinguir su relación laboral” con Garcias.