Artistas
Gala y Dalí, por la gracia de Dior
Una exposición en el Castillo de Púbol permite conocer la relación que el pintor surrealista y su esposa tuvieron con uno de los grandes referentes del mundo de la moda
A Gala, la eterna musa de Dalí, siempre le gustó el mundo de la moda y se fijó en algunos de los más importantes diseñadores de su tiempo. Si al pintor surrealista le gustó colaborar con nombres como los de Coco Chanel o Elsa Schiaparelli, su esposa sintió una especial predilección por los diseños y las costuras de Christian Dior. Ese es el tema de la exposición que a partir de este sábado podrá verse en el Castillo Gala Dalí de Púbol, un recorrido que ofrece una nueva mirada a los vínculos de los Dalí con el mundo de la moda.
Para el padre de los relojes blandos, el modisto francés tuvo un papel importante en el despegue de su carrera a un nivel internacional. «Christian Dior fue una de las primeras personas de París que se preocupó por la venta de mis invendibles pintures surrealistas», recordaría mucho tiempo.después el de Figueres. Y es que se conocieron en los años treinta cuando Salvador Dalí ya vivía en la capital francesa junto con una Gala recién separada de su marido Paul Éluard. El pintor, que había sido expulsado del hogar familiar a raíz del inicio de esa relación, necesitaba ganarse la vida, poder vender su pintura. Dior fue una de las salvaciones para la pareja al ser uno de los socios de una pequeña galería parisina, la de Pierre Colle, donde Dalí expuso algunos de sus trabajos entre 1931 y 1933. Una de las obras que pudo ver el público de aquella sala por primera vez fue un sorprendente retrato de Gala que ahora se exhibe en esta muestra en Púbol. Es el «Comienzo automático de un retrato de Gala».
El 12 de febrero de 1947 es una fecha importante para la historia de la moda. Fue ese día cuando Christian Dior presentó su primera colección de alta costura. Todavía era un desconocido para el gran público, pero la audacia de sus propuestas empezaría a darle una merecida fama. Los 24 modelos, con nombres como Cocotte, Cythère, Colibri o Caprice, fueron bautizados por Carmel Snow, jefa de redacción de la «Harper’s Bazaar» como «new look». La revolución que suponía la aparición de Dior en ese terreno es fácilmente comparable a la que llevó Dalí en el campo pictórico escudado en un primer momento en el grupo surrealista.
Entre quienes primero supieron ver el talento de Dior estuvo Gala quien no tardó en adquirir algunos de los primeros diseños. En su castillo se presentan algunas de las piezas de Christian Dior que formaban parte de su armario. Son los casos de los vestidos llamados «Saint-Ouen» y «Musée du Louvre», ambos procedentes de la colección de alta costura de primavera-verano de 1949 imaginados por Dior. Posterior es un vestido de 1970 que también forma parte del recorrido propuesto en Púbol. Es un conjunto formado por una blusa y una falda larga de lamé con estampado de cachemir y que a Gala le gustó lucir en el castillo de Púbol ante la cámara de Marc Lacroix.
Una mención aparte en esta exposición es el llamado baile del siglo que se celebró el 3 de septiembre de 1951 en Venecia. Fue allí donde pudo verse la colaboración entre Salvador Dalí y Christian Dior, con la inteligente mediación de Gala, además de la intervención de otro experto en la materia como era Pierre Cardin. De la unión de estos sabios surgieron dos recordadísimos gigantes y que supusieron una de las más celebradas y recordadas presencias en el mítico carnaval de la ciudad de los canales. El testimonio gráfico de aquel día se recoge en las salas de esta propuesta expositiva.
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