Coronavirus: ¿Cómo mantener el interior del hogar saludable?

Después de prácticamente un mes de encierro voluntario, el mundo se ha reducido tanto a cuatro paredes y a una serie de pantallas que a veces hasta nos olvidamos dónde estamos en realidad. Porque vivir confinados en casa también requiere un habitat específico para sentir mayor seguridad y confort. Los peligros de un ambiente cargado y poco saludable dentro de espacios cerrados son muchos, desde alergias e infecciones a malestar anímico y psicológico, por lo que cuidar nuestro espacio no es cuestión de fen shui y espíritus positivos, sino de buenas prácticas.

Desde el Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Girona han elaborado toda una serie de consejos y directrices para conseguir una mejor cualidad de vida y del aire mientras permanezcamos confinados. El primero de todos, y más importante, es mantener una temperatura y humedad adecuadas e intentar que se mantengan estables sin oscilaciones extremas. La temperatura ideal es de 20 a 24 grados para los espacios comunes y recurrentes, como comedor, cocina o sala de estar, y de 18 a 22 grados para los dormitorios, espacios que solemos ocupar sólo de noche y para dormir.

En cuanto a la humedad, es importante que se sitúe entre el 40 y el 60 por ciento. Si baja de estas cifras, el espacio que se crea es seco, lo que favorece a la supervivencia de virus. Aún así, también es poco recomendable las condensaciones o la presencia de agua en el interior, sobre todo cerca de las ventanas porque ayudan a la aparición de hongos, que también favorecen a la aparición de virus y bacterias. Para evitar problemas se recomienda la ventilación diaria y evitar tender ropa o cocciones que generen vapor.

Otro de los aspectos a tener en cuenta son los niveles adecuados de Co2, que no es tóxico, pero que en concentración altas puede producir la sensación de ambiente cargado, lo que suele provocar dolores de cabeza, nauseas y dificultad para conciliar el sueño. La conviviencia de varias personas durante mucho tiempo aumenta la generación de dióxido de carbono, por lo que se recomienda ventilar el piso entre 20 y 30 minutos tres veces al día. Y, sobre todo, ventilar las estancias que se hayan limpiado con detergentes u otros productos químicos desinfectantes. Estos productos contienen formaldehido, la sustancia tóxica más común en espacios interiores. Para evitar su concentración, hay que ventilar bien el piso al menos 40 minutos.

En cuanto a la iluminación, es importante que, si se puede, se aproveche al máximo la luz natural que se filtra por balcones y ventanas. El sol permite controlar el estado de ánimo de las personas y ayuda a la segregación de serotonina, un neurotransmisor que ayuda a tener sentimientos positivos incluso en situaciones adversas. Además, los rayos ultravioleta aportan vitamina D.

Por último, si nota algún mal olor proveniente de lavabos o cocina, se recomienda abrir los grifos. A veces, después de días de viento y cambio de presión se vacían los sifones y se huele olor a desagüe. SI se abre el grifo durante 30 segundos, el olor desaparecerá. Y, por supuesto, hay que evitar estos días ser creativos y empezar a hacer arreglos, bricolages o cambios que puedan implicar accidentes domésticos por cómo están ahora nuestros hospitales.

Por tanto, cuide de su espacio vital como si fuera de su propio cuerpo y notará los beneficios muy pronto.