Coronavirus

Salidas por grupos, mascarilla obligatoria y un pasaporte de inmunidad: así sería la Cataluña postconfinada

Pese a no tener competencias para implantarlo, el president Torra avanza un decálogo del grupo del investigador Oriol Mitjà en el que trabaja para elaborar y aprobar un plan de vuelta a la normalidad

El president Quim Torra ha puesto sobre la mesa hoy los principales ejes del plan de desconfinamiento para Cataluña que prepara el infectólogo del Hospital de Can Ruti y asesor del Govern, Oriol Mitjà. El documento podría estar listo la próxima semana y se aprobará en una reunión extraordinaria que el Ejecutivo catalán convocará pese a que la Generalitat no tiene competencias para implantarlo. Por ello, el president ha desgranado la propuesta en la conferencia de líderes autonómicos con Pedro Sánchez celebrada esta mañana y ha profundizado en sus contenidos después en rueda de prensa.

¿Cómo sería la Cataluña postconfinada?

El grupo de trabajo del investigador Oriol Mitjà trabaja con un décalogo en el que se contempla un desconfinamiento por grupos de población, el uso obligatorio de las mascarillas fuera de casa y la posibilidad de implantar un pasaporte de inmunidad, una medida que puede generar cierta polémica ya que varios especialistas aseguran que “limitaría libertades”. El infectólogo Oriol Mitjà, que ha elaborado junto al biólogo e informático Joel López, el plan de desconfinamiento para el Govern, cree que el virus no podrá eliminarse a corto plazo y habrá “brotes recurrentes durante los próximos meses”.

Según este decálogo, la vuelta a la normalidad se haría en cinco fases progresivas y escalonadas empezando por el regreso al trabajo de las personas sanas; el desconfinamiento de sectores concretos; la apertura de bares, restaurantes y emplazamientos con un aforo menor a las 30 personas; la puesta en marcha de escuelas y equipamientos deportivos; y, finalmente, la celebración de eventos de más de 30 personas. Una planificación, eso sí, que no cuenta con ningún calendario específico.

El proyecto también incluye “iniciar enseguida un estudio a 50.000 personas para conocer el porcentaje de personas serológicamente positivas” -se especula que ahora es del 15%- e iniciar un cribado de la población “a gran escala” con 1,5 millones de PCR y hasta seis millones de test serológicos. Para evaluar la inmunidad de la población, proponen hacer estas pruebas rápidas por sangre capilar con un pinchazo en el dedo de la mano -cuyo resultado se obtiene en 15 minutos- y ofrecer un “certificado de inmunidad”, en formato electrónico y también en papel, a aquellos que ya tengan anticuerpos por haber pasado la infección.

El documento propone además un posible rastreo y monitorizavión de los catalanes a través del teléfono -"valorar la utilización de tecnologías disponibles para hacer el rastreo de contactos, como Bluetooth. El uso deberá ser voluntario, basado en el consentimiento de los usuarios y respetando plenamente las normas europeas de privacidad y protección de datos personales. El rastreo de proximidad entre dispositivos móviles debe hacerse de manera anónima y descentralizada"- y el citado pasaporte de inmunidad.

Sobre este último punto, se estudiaría su implantación, su vigencia sería temporal y variaría según el estado inmunológico, el estado de infección y la exposición de riesgo. “El certificado debe ser personal, privado, verificable, transportable y debe seguir los estándares europeos en términos bioéticos, de protección de datos e igualdad de acceso”.

El documento incorpora otras medidas como el uso de la mascarilla por la calle y la disminución del transporte con un tope máximo del 65% hasta que la tasa de nuevos ingresos en la UCI por coronavirus no esté por debajo del 20%.