Coronavirus
¿ Anda suelto en Barcelona un asesino en serie de personas sin hogar?
La investigación sobre los tres crímenes prosigue pero sin detenciones
Este pasado viernes por la tarde saltaron de nuevo las alarmas en Barcelona, teniendo en cuenta que en apenas un mes han muerto en la ciudad tres personas sin hogar de forma violenta. Esta nueva víctima apareción en el Rec Comtal del barrio de Collbona. Los Mossos investigaron los hechos, y finalmente descartaron cualquier vinculación con los indigentes fallecidos. No obstante, el grupo de homicidios de la Policía Autonómica sigue tras los pasos de este asesino o asesinos ¿en serie?. Se trata de dilucidar si es la misma persona.
En la criminología moderna,se categoriza como asesino en serie a alguien que mata a un mínimo de tres personas en tres momentos diferentes entre si. España, ni tampoco Cataluña, tienen una gran tradición en este aspecto. En los últimos años, encontramos al celador de Olot,Joan Vila, que envenenó hasta la muerte a doce ancianos en una residencia, o a Remedios Sánchez, que mató a tres ancianas en Barcelona, y lo intentó con otras siete. Pero no hay más ejemplos recientes.
Entonces llegamos a estos nuevos casos. El asunto está bajo secreto de sumario, pero fuentes de los Mossos explican a LA RAZÓN sus dudas sobre si se trata del mismo autor o autores. Y hay factores a favor y en contra para esclarecerlo.
A favor de que se trata de la misma persona, está, evidentemente, la situación anómala actual, el confinamiento por el coronavirus. Mucha menos gente en las calles, hecho que acentúa de forma exagerado por las noches, que es precisamente la franja horaria en la que se produjeron los tres asesinatos. Fueron en calles totalmente vacías de vecinos, y, por lo tanto, sin testigos oculares.
Otro factor que juega a favor de que se trate del mismo autor, siguen explicando los Mossos, es el tema geográfico, de la ubicación de los crímenes. El primer asesinato se produjo en la calle Sardenya, en la confluencia con Aragón y Diagonal. El segundo, en los alrededores de L’Auditori y el tercer y último asesinato tuvo lugar en la calle Casp, a las puertas del teatro Tívoli. Los tres puntos dibujan un triángulo dentro de un mismo distrito y a una distancia relativamente corta. Y todo en la misma zona, el Eixample, y con un diámetro que apenas supera los dos kilómetros.
No obstante, hay un aspecto que despista un poco a los investigadores. Se trata del modus operandi de los crímenes. En los dos primeros, parece claro que las muertes fueron debidas a fuertes golpes realizados con un objeto muy contundente, por ejemplo un bate de béisbol o una barra de hierro, y siempre en la cabeza, y sin móvil aparente.
La tercera víctima murió por heridas de arma blanca, y además en las puertas de una tienda de alimentación. Ni el arma ni el sitio concuerdan con los dos primeros crímenes. La investigación cree que podría tratarse en este caso de una pelea, una reyerta por un ajuste de cuentas por el motivo que fuera. Un factor que juega a favor de que se trate del mismo autor que en los anteriores asesinatos podrían ser las ganas de despistar precisamente a la Policía. En contra de la versión del asesino en serie, existe un concepto acuñado por los expertos criminólogos estadounidenses, el llamado “copycat”, e incluso existe una película sobre ello. “Copycat” significa que un criminal imita lo que ha hecho otro, lo que en numerosas ocasiones ha confundido a los investigadores.
Poco después del tercer asesinato se detuvo a un posible sospechoso, también indigente, aunque finalmente quedó en libertad tras pasar a disposición judicial. Tenía coartada.
Los responsables de la Fundació Arrels, entidad que atienda y orienta a las personas sin hogar en Barcelona, señalaron esta semana que tienen poca información sobre las víctimas, hecho agravado por el coronavirus, ya que el confinamiento ha obligado a cerrar su sede, donde acudían numerosos indigentes. Por si fuera poco, muchas personas no se han adaptado del todo bien a las instalaciones para ellos que ha facilitado el Ayuntamiento, y han vuelto a dormir en la calle. De hecho, desde Arrels alertaron esta semana del peligro que sufren ahora mismo estas personas.
De la primera víctima ha trascendido que era español y tenía unos 60 años, los mismos datos que se conocen de la última víctima asesinada junto al teatro Tívoli. Este hombre era uno más de los que a diario hacen cola frente a la iglesia de Santa Anna para recoger el menú que junto a un grupo de voluntarios ofrece a diario el padre Peio Sánchez. La segunda persona sin hogar asesinada tenía 27 años, era magrebí, y solía pernoctar en uno de los numerosos asentamientos de indigentes que hay en esa zona del barrio del Fort Pienc.
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