Cataluña
¿Pueden las hormonas femeninas ser clave para el tratamiento contra el coronavirus?
Científicos estudian por qué la tasa de afectación en hombres del CVID-19 es más alta y si el estrógeno podría ayudar a salvar vidas
El mundo a veces tiene sus giros irónicos. Después de siglos de vejaciones, humillación y acoso, ahora podía ser que la mujer encerrase dentro de sí la última de las necesidades del hombre, el tratamiento efectivo contra el coronavirus.
Según los últimos estudios, la afectación del COVID-19 en hombres es hasta el doble que en mujeres, al menos en sus casos más graves. En Italia, por ejemplo, el ocho por ciento de los hombres murieron por la enfermedad, cuando en mujeres no llegó al cinco por ciento. Lo mismo ocurrió en China y en Nueva York los casos crecen hasta doblar las cifras entre hombres y mujeres. “Ser del género masculino es un riesgo mucho más alto en el coronavirus, tanto como ser anciano. Es un factor a tener en cuenta”, aseguran desde el John Hopkins Bloomberg School of Public Health.
Lo cierto es que el patrón se repite en España, Italia, China o Estados Unidos, los hombres tienden a caer más en las fases más graves de la enfermedad. Esto ha hecho que muchos investigadores empiecen a preguntarse si el estrógeno y otras hormonas femeninas pueden tener alguna clave a la hora de combatir al virus. De momento, se han iniciado dos ensayos clínicos para intentar comprobar esta hipótesis, y aunque todavía es pronto para llegar a ninguna conclusión, los datos son reveladores.
En un hospital de Long Island, en Nueva York, han empezado a dar a sus pacientes masculinos estrógenos para ver si así incrementan su sistema inmunitario. Lo mismo ha ocurrido en la costa oeste, en Los Ángeles, pero en este caso han comenzado a darles progesterona, que tiene cualidades antiinflamatorias y potencialmente podría prevenir reacciones dolosas al sistema inmune
El caso es que la diferencia de número de casos de hombres y mujeres en las UCI son significativas. En ciertos hospitales los pacientes en la UCI y con respiradores llegan a ser el 75 por ciento hombres. Además, según el estudio en embarazadas, que tienen de por sí mayor nivel de estrógenos y progesterona, su simptomatología suele ser leve. Esto hace que los investigadores crean que detrás de las hormonas femeninas pueda existir una de las claves contra el COVID-19.
Sin embargo, la hipótesis de las hormonas no explicaría por qué las mujeres más mayores, cuyos índices de estrógenos y progesterona son bajos desde la menopausia, también sobreviven mucho más y se recuperan mejor que los hombres. Esto podía significar, en opinión de los expertos, que la variable estaría en un componente genético y no hormonal, ¿pero cuál?
En realidad, para la mayoría de expertos la diferencia de género en la afectación por coronavirus es multifactorial, y también existen variables culturales o comportamentales, como el hecho de que los hombres fumen más o sean más descuidados con su higiene. Lo que está claro es el estrógeno tiene propiedades de modulación inmunológica, por lo que podrían ofrecer alguna ayuda para los enfermos, pero todavía no parece que tengan el secreto que buscan ahora mismo todos los médicos e investigadores del mundo.
De momento, se ha demostrado que el estrógeno tiene un efecto en la proteína conocida como ACE2 y el coronavirus usa los receptores de esta proteína como una puerta de entrada a las células. Por tanto, ACE2 está controlada de manera diferente en hombres y mujeres, reduciendo su vulnerabilidad. ¿Podría reducir la vulnerabilidad de la proteína en hombres? Parece que tiene un papel en la protección de la mujer frente al virus, y sobre todo en la capacidad de recuperarse de la enfermedad.
En total, el primer estudio con hormonas cuenta con 110 pacientes, que incluyen a hombres y mujeres mayores de 55 años. A todos se les ha dado parches hormonados, aunque la mitad funcione con un placebo. En Los Ángeles el ensayo suma a 40 pacientes, todos hombres. Ciertos infectados por coronavirus no son aptos para el estudio al tener enfermedades preexistentes. Los participantes del ensayo reciben dos inyecciones al día de progesterona durante cinco días. La calidad antiinflamatoria de la progesterona hace, en opinión de los responsables del estudio, como una hormona más relevante a la hora de tratar a enfermos severos del virus. Los efectos secundarios de inyectar hormonas femeninas en hombres son leves, desde sofocos a flaccidez en el pecho.
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