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Poniendo color a Sylvia Plath

Sara Morante ilustra los versos de «Ariel», la obra más conocida de la escritora

La ilustradora Sara Morante
La ilustradora Sara MoranteKala Malangana

La bibliografía alrededor de Sylvia Plath es más extensa que el conjunto de su obra, unos pocos títulos que han hecho de su celebrada autora casi un mito en ocasiones enturbiado por motivos que tienen poco que ver con la literatura. Por eso lo mejor es acercarse a lo escrito por la propia poeta para conocerla mejor y, a este respecto, es «Ariel» un título fundamental. Ese libro de versos, publicado de manera póstuma bajo el cuidado de su ex pareja Ted Hughes, nos presenta a la gran autora que fue y nos deja con ese sabor amargo de leer a alguien que estaba en su mejor momento. Afortunadamente, esos versos perviven y Plath sigue ganando adeptos, en ocasiones con ediciones que hace que poder leerla sea todavía más emocionante.

Eso es lo que ocurre con este «Ariel» publicado por Nórdica. En versión bilingüe, el libro regresa con nueva y cuidadosa traducción de Jordi Doce y con ilustraciones de Sara Morante. Poner luz y color a la palabra poética de Plath no es nada fácil, algo que admite la propia Morante en declaraciones a este diario. «Lo primero que tuve que hacer fue distanciarme de la biografía de Plath. Tenía que leer sus poemas sin enlazarlos con episodios de su vida porque si no fuera así no estaría ilustrando los poemas sino a la propia Plath», explica la artista.

Lo que ha querido hacer Sara Morante es «conversar con estos poemas. La lectura de poesía es muy exigente porque te obliga un poco a buscar el eco que deja esos versos. Debes contar con tu propia experiencia porque esas palabras te tienen que remover. Por eso cuando habla de los padres, yo no puedo hacer una ilustración de los padres de Sylvia Plath sino de lo que siento al leer esos versos».

Hay otro punto que le gusta a resaltar a Morante en el momento de referirse a la lírica de la escritora estadounidense: la belleza de su lenguaje simbólico. «Es muy tóxico porque tiene un universo simbólico muy potente, con muchísimo color y muchísimos elementos. También hay metáforas muy potentes en sus poemas. No puedo ser literal. No puedo preguntarme qué pensaba en ese momento Plath. Sería imposible», apunta la ilustradora de «Ariel». Es entonces cuando convergen la palabra y la imagen, con puntos en común entre Plath y Morante, un binomio que es afortunado en este libro apoyándose, por ejemplo, en temas como el vegetal. «En otros temas ha sido más difícil, como es el caso de la muerte, con el que he tenido que empatizar, algo que me resulta muy duro. He tenido que romper ese tabú conmigo», dijo.

No es la primera vez que el trazo de Morante persigue a Sylvia Plath. A la poeta la retrató en una de las entradas del «Diccionario de Literatura para Esnobs», de Fabrice Gaignault. «La dibujé en ese momento con una bandeja de magdalenas quemadas, una ilustración que iba en la línea de la mala baba del autor de ese libro», expone Sara Morante. En este «Ariel», la ilustradora parte de la misma fotografía de Sylvia Plath, pero ahora nos proporciona una visión mucho más intensa e íntima.

La artista reconoce que este puñado de poemas de Sylvia Plath se han convertido en «el libro con el que más he disfrutado haciendo ilustraciones porque es con el que he tenido más libertad creativa». Y se nota.