Rebelión en las aulas
Las escuelas cortan las calles de Barcelona para exigir entornos pacíficos: menos contaminación y menos ruido
Asociaciones de Padres de Alumnos piden reducir la velocidad de circulación, un solo carril y eliminar las plazas de aparcamiento
Ante la existencia de evidencia científica acerca del retraso en el desarrollo cognitivo y neuronal, en ocasiones irreversible, que puede producir una exposición continuada a la contaminación y tras más de una década en la que Barcelona supera los límites legales establecidos por la normativa europea en lo que se refiere al dióxido de nitrógeno y los niveles de partículas recomendados por la Organización Mundial de la Salud, más de una treintena de Asociaciones de Familias de Alumnos (AFA) han decidido iniciar lo que se conoce como Revolución Escolar.
Este movimiento arrancó el 11 de diciembre, cuando un grupo de AFAS barcelonesas cortaron 17 calles de la ciudad como acto reivindicativo a través del cual exigir a la administración municipal la promoción de entornos escolares pacificados con el fin de reducir la contaminación, el ruido y mejorar la seguridad de los alumnos y sus familias. Si bien es cierto que el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha el programa ‘Protegemos las escuelas’, los promotores de la Revuelta Escolar, impulsada por la plataforma Eixample Respira con el apoyo de la Sociedad Catalana de Pediatría y las Asociaciones Federadas de Familias de Alumnos de Cataluña, consideran que esta iniciativa es del todo insuficiente, puesto que solo contempla actuar en una de cada tres escuelas de la ciudad y se marca cuatro años de plazo para llevar a cabo esta actuación.
En este contexto y teniendo en consideración los efectos de la contaminación y el ruido en la salud y el desarrollo cognitivo de los niños, mañana, las AFAS y AMPAS de 39 escuelas e institutos de siete distritos de Barcelona y una de Sabadell llevarán a cabo 34 cortes simultáneos en calles de la ciudad de las 16.30 a las 17.00 horas. La intención es mantener en el tiempo esta acción, que se repetirá cada dos semanas.
La Revuelta Escolar ha recogido en un manifiesto, al que ya se han adscrito 52 AMPAS y AFAS, sus peticiones, que podrían resumirse en tres puntos: una reducción drástica del tránsito en los entornos escolares, con la supresión de los múltiple carriles de circulación frente a las escuelas para dejar solo uno, la limitación de la velocidad a los 20 km/h y la eliminación de las plazas de aparcamiento para ceder ese espacio en favor de los peatones, lo cual contribuiría a mejorar la seguridad de los alumnos y las familias a la entrada y salida del centro.
Pero es que además, tal y como recordó ayer en rueda de Guillem López, portavoz de Eixample Respira, debido al actual contexto de pandemia, se requieren espacios amplios a las puertas de los centros educativos para poder mantener la recomendable distancia de seguridad como medida de prevención frente a la COVID y en la actualidad son muy pocos los que disponen de ellos. En este mismo contexto, es especialmente importante garantizar unos niveles de contaminación acústica controlados para poder abrir las ventanas de las aulas para ventilar sin que el ruido entorpezca el correcto desarrollo de las clases.
En definitiva, los padres de los alumnos barceloneses están decididos a promover un cambio de modelo en la ciudad y además trabajan para que se unan a esta movilización todas las asociaciones de familias y padres de alumnos, incluso más allá de Barcelona.
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