Pandemia
El Colegio de Enfermeras de Barcelona exige mejorar la dotación de profesionales y sus condiciones laborales
Ha lanzado una campaña para reivindicar el papel de las enfermeras en la atención sanitaria y demandar el reconocimiento de este colectivo
Con motivo del Día Internacional de las Enfermeras, que se celebra mañana, el Colegio Oficial de Enfermeras de Barcelona (COIB) ha reclamado una mayor dotación de este colectivo profesional en el sistema de salud, así como una mejora de las condiciones laborales. La pandemia ha puesto de evidencia el papel destacado que juegan las enfermeras y el impacto transformador del cuidado profesional, por lo que el COIB considera que es momento de ofrecer a este colectivo el reconocimiento que merece y que lleva años reclamando.
En este sentido, Glòria Jodar, directora del Área de Conocimiento y Desarrollo Profesional de la Corporación, señala que “en pandemia, hemos participado en la prevención de los contagios, en la realización de las pruebas diagnósticas, en el seguimiento de los aislamientos, en el proceso de vacunación...y necesitamos, como mínimo, reconocimientos para poder ofrecer la mejor asistencia posible”. “No cobramos el sueldo que se establece como profesión de grado, sino que lo hacemos como diplomadas, por lo tanto reclamamos cobrar el complemento A1 que nos corresponde por el grado”, destaca al respecto Jodar, quien también considera que “es necesario que se nos reconozcan las especialidades en el trabajo, ya que a día de hoy esa categoría no se nos reconoce, ni a nivel de sueldo ni en lo que se refiere al ámbito más estrictamente laboral”.
Además, Paola Galbany, presidenta del COIB, reclama la contratación de más enfermeras, ya que “está demostrado que aquellos territorios con un mayor número de estas profesionales tienen una mejor calidad asistencial y se relaciona con una mayor satisfacción de los ciudadanos con el sistema de salud”. En este sentido, Galbany recuerda que la ratio de enfermeras de Cataluña es de 6,2 por cada mil habitantes, mientras que la de la demarcación de Barcelona, que cuenta con el 78% de todas las enfermeras de la comunidad, es del 6,6, unas cifras que contrastan con la ratio de enfermeras de Navarra, la autonomía que más tiene, que se sitúa en 8,6 por cada mil habitantes. En este contexto, para igualar la ratio de Navarra, el territorio con la población más satisfecha con la atención sanitaria, la demarcación de Barcelona tendría que contratar al menos unas 11 mil enfermeras más, lo que supondría incorporar a un 30% más de las que hay actualmente, mientras que si se quisiera llegar a la media Europa, que se sitúa en 9,5 enfermeras por cada mil habitantes, seria necesario contratar a 16 mil profesionales más.
En este sentido, Galbany recuerda además que “en los próximos años, la insuficiente presencia de enfermeras en el sistema sanitario será especialmente evidente, ya que habrá un incremento de las necesidades de los cuidados, tanto por el progresivo envejecimiento de la población como por los previsibles cambios sociales, entre ellos la migración, y situaciones como la generada por la COVID.19″. Por ello, la presidenta del COIB considera imprescindible, por un lado, mejorar las condiciones laborales de las enfermeras para evitar que muchas abandonen la profesión o se marchan al extranjero a trabajar, especialmente en lo que se refiere al suelo, pero también en lo relativo a la eventualidad de los contratos, que se sitúa ya en el 16% -el doble que en el caso de los médicos-, y a las opciones de promoción profesional, que a día de hoy son nulas o escasas, y, por otro lado, cree necesario recuperar a todas aquellas enfermeras que han migrado a otros países para ejercer la profesión en condiciones.
De hecho, tal y como pone de relieve Galbany, “entre 2011 y 2015, se produjo un importante crecimiento del número de enfermeras que se marcharon al extranjero a trabajar”, como demuestra el hecho que durante ese periodo, cerca de 1.300 colegiadas se dirigieron a los servicios de la Oficina de Información Profesional en el Extranjero del COIB, con una media anual de 257 peticiones de tramitación de expedientes. Y pese a que a partir de entonces, se ha registrado una tendencia a la baja, en 2020 se produjo de nuevo un repunte, con la tramitación de 139 expedientes, cuando en 2019 la cifra fue de 115.
Y es que la pandemia ha contribuido a poner de evidencia esa falta de enfermeras, obligando a muchas a doblar turnos o trabajar horas extraordinarias, una carga de trabajo que ha generado problemas físicos y emocionales a estas profesionales, algunas de las cuales se han tenido que pedir la baja, agravando así la situación de escasez de enfermeras. En este sentido, el Programa Retorn del COIB, dirigido a colegiadas con problemas de salud mental o adicciones, ha hecho 2.812 visitas de seguimiento durante el 2020, unas mil más que el año anterior, y ha puesto en marcha un servicio de apoyo psicológico telemático específico para la COVID-19, que ha atendido a 241 enfermeras. Paralelamente, el Área de Atención Colegial del COIB también ha visto como se multiplicaba el número de consultas durante el año pasado, para pasar de las 1.008 de 2019, a las 2889, de la cuales 2.229 estaban relacionadas con el virus.
Por todo ello, desde el Colegio Oficial de Enfermeras de Barcelona han lanzado una campaña para dar visibilidad a su situación, “con problemas que vienen de antes de la pandemia”, tal y como señala Jodar, y reclamar “estar más presentes en la toma de decisiones sobre este colectivo, recuperar a aquellas enfermeras que se han marchado al extranjero a trabajar y mejorar la dotación de profesionales , así como sus condiciones laborales, especialmente en lo que se refiere al sueldo, a la eventualidad de los contratos y a la posibilidad de promoción, y favorecer que las universidades puedan formar a más enfermeras”, resume Galbany.
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