Restaurante
Vintena Vins: Queso y vino, la combinación que vertebra la nueva oferta en la calle Mandri
En el se pueden degustar otras propuestas como croquetas, patatas bravas o la coca de cristal
En los últimos años, la calle Mandri se ha consolidado como un escaparate de negocios de restauración, En esta vía, son muchos los locales que dirigen su oferta a saciar las inquietudes gastronómicas de vecinos y paseantes, pero, tal y como pone de relieve el empresario de la restauración David Carbó, propietario de Baldomero, entre otros, «en su mayoría se trata de una oferta muy parecida, basada en propuestas como la croqueta, las patatas bravas o la coca de cristal».
Bajo este prisma, hace apenas cuatro meses, el propio Carbó y otros socios decidieron apostar por un concepto gastronómico de mayor calidad y ahí nació Vintena Vins, un espacio en el que convive la venta y la degustación de productos, con los vinos y los quesos como eje vertebrador.
«La idea es reproducir ese momento en el que los amigos vienen a tomarse un vinito a casa y a picar algo», comenta el propietario. En este sentido, la oferta consta de 102 referencias de vinos y 23 de quesos, el 87% de los cuales son catalanes.
«Todos los que trabajan en Vintena son sommeliers y participan semanalmente en formaciones en bodegas y lugares de producción de queso, así que tienen capacidad para explicar al comensal el producto que va a consumir, que además conocemos muy bien ya que lo compramos directamente al productor», explica Carbó, quien además señala que «lo que más salida tiene es la tabla de quesos». «Ésta tiene un precio de 16,40 euros e incluye cuatro tipos de quesos diferentes, que van variando según el día y las preferencias del consumidor, y nosotros recomendamos el maridaje con vinos», añade.
La oferta la completan un serie de platillos de mucha calidad, con un punto de elaboración, pero sin excesivas complicaciones, los cuales «funcionan muy bien con el vino y están pensados para compartir», como el bocadillo de cordero a baja temperatura, el steak tartar con helado de mostaza, las ostras o las tablas de embutidos y ahumados. «Todo tiene un twist, un componente más elaborado», señala al respecto el dueño, quien considera que se trata de «productos básicos que, bien combinados, funcionan bien». En definitiva, serían «aquellas propuestas que maridan bien con el vino a lo largo del año», indica Carbó, por lo que la carta va sufriendo actualizaciones para adaptarse a la temporada.
Ambiente informal
Y si la oferta de Vintena «se podría decir que tiene un punto gastronómico», en lo que refiere al espacio, predomina un aire informal. «Sus mesas bajas, sin mantel, los sofás y la ausencia de cubiertos a la hora de degustar algunos platos concretos hacen de este restaurante un lugar de carácter desenfadado, al que «el cliente viene a pasar un buen rato, mientras distrae el hambre y la sed con un producto de buena calidad».
Vintena, pues, cumple «los estándares de calidad que se espera de un restaurante ubicado en Mandri, con un producto y una oferta de nivel», tal y como asegura Carbó, sin embargo éste se caracteriza por una puesta en escena informal.
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