Peajes

La Generalitat avisa: Cataluña no pagará por las autopistas si son gratis en el resto de España

El Govern insiste en que Pedro Sánchez asista a la mesa de diálogo

En Cataluña siempre ha habido una sensación de agravio por la multitud de peajes que ha habido. De hecho, hasta 2018, la autonomía concentraba el 52% de las vías de pago de toda España, un dato que ha servido como argumento también durante el “procés”: hay quien apunta también que ha sido una de las múltiples mechas que ha encendido el proyecto independentista. En cualquier caso, la Generalitat ha dejado claro que solo regresará a las vías de pago si se hace en el resto de España.

“Los catalanes han pagado mucho. No es ningún regalo, los catalanes han pagado dese la primera peseta hasta el último euro”, ha señalado la portavoz de la Generalitat, Patrícia Plaja, que ha reprochado el “déficit” en infraestructuras del Estado, lo que ha obligado a la Generalitat a hacerse cargo de la creación de sus propias vías de alta capacidad. A partir de mañana, cuatro autopistas quedarán libres de peajes: la AP-7 y la AP-2 del Estado y la C-32 y la C-33 de la Generalitat. Entre todas, suman más de 400 kilómetros.

El mantenimiento pasará ahora a cargo del Estado (ya ha hecho una licitación por valor de 137 millones de euros) y la Generalitat (ha hecho una licitación de 8,4 millones de euros). Entre tanto, el Govern se ha echado atrás y ahora evita tomar la iniciativa en el debate sobre el coste por el uso de las vías de alta capacidad (autopistas y autovías), que a partir de 2024 deberán volver a ser de pago por imposición de la Unión Europea.

El modelo de la Generalitat es la viñeta (tarifa plana por un uso ilimitado), pero prefiere ceder el protagonismo al Estado ya que es consciente de que es una decisión impopular. El Govern se limita ahora a marcar perfil contra España y recordar el agravio comparativo: los catalanes han pagado durante muchos años por los peajes, mientras que en el resto de España se ha disfrutado de vías de alta capacidad gratuitas. En todo caso, la Generalitat ha pedido el traspaso de la AP-7 y la AP-2 para gestionarlas, aunque el Gobierno se ha negado.

Mesa de diálogo

La mesa de diálogo sigue todavía por definir fecha y protagonistas. El día será a mediados de la semana del 13 de septiembre, pero todavía no se ha concretado (podría ser entre el martes y el miércoles). Y, la composición también se desconoce, aunque sí se sabe que estará presente Pere Aragonès en la delegación de la Generalitat y se exige la presencia de Pedro Sánchez, que sigue sin confirmar su asistencia. “El Govern no contempla la posibilidad de que Sánchez no asista al encuentro”, ha afirmado Plaja. Tampoco está claro el orden del día, aunque la intención del Govern es incluir solo la autodeterminación y la amnistía.

Plaja también ha evitado concretar si el Govern participará en la manifestación independentista de la Diada del próximo 11 de septiembre. La portavoz se ha escudado en que los organizadores darán mañana los detalles de la protesta y, a partir de ahí decidirán. Lo cierto es que el Govern está ante una disyuntiva porque si acude estará dando mal ejemplo en plena pandemia y algunos de sus miembros se exponen a los abucheos de las bases separatistas (muy críticas con el rumbo del Govern), pero si no va, también puede cosechar críticas del independentismo.

Pandemia

El Govern ha enviado ahora las alegaciones al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para evitar que se reabra el ocio nocturno, que ahora está cerrado en espacios interiores. “Lo que hemos vivido hasta ahora nos ha demostrado que necesitamos mucha prudencia a la hora de tomar decisiones”, ha asegurado Plaja, aunque también ha dicho que las medidas se revisan de “forma permanente”. También ha explicado que hay 100 dotaciones extra de los Mossos d’Esquadra para hacer frente a los botellones nocturnos que se organizan en determinadas ciudades.