Gastronomía
Casa Luz, la nueva apuesta de Tomás Abellán por una experiencia culinaria global
En este restaurante el chef considera que la gastronomía es «solo una tecla» y la pone al mismo nivel que la coctelería, la bodega, el espacio, el servicio, la música y las vistas
El fin último es que el cliente viva una experiencia global, gratificante, se divierta y disfrute, por ello en Casa Luz, el nuevo espacio de restauración de Tomás Abellán ubicado en el ático del hotel Casa Luz, la gastronomía no es lo único ni lo más importante, sino que está forma un todo junto con las vistas que ofrece el espacio, el servicio, el ambiente del lugar, la coctelería y la música en directo. «La comida es solo una tecla más, pero no es lo principal», señala el chef.
En cualquier caso, en lo que se refiere estrictamente a la oferta gastronómica, Abellán ha apostado por un «concepto muy barcelonés, muy de producto, de lonja, de huerto y cercano». «Creo que la cocina de Casa Luz lleva el ADN de Barcelona, con mucha brasa, huerta y lonja, y vermutería, es decir salazones, curados, ahumados», explica el chef, quien al respecto comenta que «Barcelona es diversa y hay mucha cultura del vermut y muchas elaboraciones diferentes y eso es lo que queremos hacer en este restaurante», comenta Abellán, para quien la base de todo es el producto.
«Aquí compramos muy bien y trabajamos con un producto fresco del día, de manera que en cocina intentamos no elaborarlo en exceso», señala para a continuación indicar que recurren principalmente a la brasa y la plancha para cocinar. «No inventamos nada en técnicas y la ejecución se caracteriza por su simplicidad. La lubina salvaje, el calamar de potera o el wagyu son productos sensibles, por lo que intentamos tocarlos lo menos posible», indica Abellán, quien sin embargo comenta que en otros platos se permiten más juego y manipulación, como en el tartar de tomate. «Lo hacemos como si fuera un steak tartar, pero cambiamos la carne por el tomate, que lo servimos de diferentes formas, como crudo, frito, confitado...», explica.
Y en este contexto en el que el producto es clave, como no podía ser de otra manera, en Casa Luz, «la oferta va muy guiada por la temporada». De hecho, «el 30% o 40% de los platos de la carta, que está pensada para compartir, va cambiando en función de la temporada, mientras que el resto se mantiene, rota menos».
Pero en este restaurante la prioridad es ofrecer al cliente una experiencia completa y por ello la coctelería y la carta de vinos, con referencias clásicas y otras más naturales pero siempre con una mínima intervención, también juegan un papel destacado, así como la música. «Contamos con actuaciones en directo y DJ y ponemos mucho esmero en buscar y seleccionar las bandas que van a tocar», confiesa Abellán, quien siente especial devoción por las impresionantes vistas que se pueden apreciar desde el restaurante.
«El espacio cuenta con una zona interior acristalada que goza de una panorámica de toda la ciudad y dos terrazas laterales con un aire selvático, una de las cuales da a la calle Pelayo y la otra, a Plaza Unviersidad», destaca el chef, quien insiste en el concepto de que Casa Luz ofrece una «experiencia global, de manera que tocamos cinco o seis teclas, como la cocina, la coctelería, las vistas... y todas han de estar lo mejor posible».
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