Un estudio pone de evidencia que la COVID-19 puede dañar la placenta de las gestantes

En el año y medio que llevamos de pandemia, se ha especulado, investigado y debatido mucho acerca de los posibles daños que podría causar la COVID-19 a los fetos de mujeres gestantes infectadas y ahora un nuevo estudio, liderado por investigadores del CLINIC-IDIBAPS, en colaboración con el Hospital Vall d’Hebrón y del Parc Taulí de Sabadell arroja nueva información al respecto.

Este trabajo ha puesto de evidencia que la infección del SARS-CoV2 puede causar daños en la placenta de la mujer gestante, los cuales pueden acabar provocando la muerte del feto. Y es que, en el contexto de este estudio, se han analizado cerca de 200 casos de mujeres embarazadas que fueron infectadas por el virus durante la gestión, los cuales han sido aportados por los tres centros que participan en dicha investigación. El resultado fue que 9 de ellas tenían la placenta infectada por el virus y en cinco de estos casos hubo muerte intrauterina del feto, pese a que en todos los casos el embarazo se había desarrollado dentro de la normalidad y en ninguno de ellos se identificaron otras causas que pudieran acabar con la muerte del feto.

En cualquier caso, es importante destacar que la afectación en la placenta es muy infrecuente, ya que según esta serie solo afecta al 4,5% de las mujeres embarazadas que han sufrido COVID-19, y las muertes fetales atribuibles a esta afectación representan solo en torno al 2,5%.

Gracias a este trabajo, se conoce que la infección del tejido placentario va acompañada de una lesión característica, la cual se concreta en una necrosis del trofoblast, que es una capa de células que provee nutrientes desde la madre al feto dentro del útero, así como en un colapso del espacio intervelloso. Todo ello se traduce en que la placenta deja de ser esponjosa, pasa a ser mucho más dura y queda dañada hasta el punto de provocar, en ocasiones, la muerte del feto.

Así pues, tal y como resumen los patólogos que han participado en este trabajo, “el estudio evidencia el daño causado por la COVID-19 a la placenta”. “No habíamos visto nunca estas lesiones en unas placentas tan malogradas y es que no había referencias debido a que se trata de una enfermedad nueva”, añaden.