Psicología
La primera sala multisensorial de España para pacientes con trastorno mental cosecha buenos resultados en su medio año de vida
Ésta favorece que las personas con patología dual tomen consciencia de su situación y se hagan con el control para acelerar su proceso de recuperación, hasta el punto incluso de necesitar menos medicación
Fernando sufre un trastorno bipolar y adicción al alcohol y esa dualidad hace que su tratamiento y recuperación sean especialmente complicados, puesto que ha de convivir con los síntomas y efectos de ambas patologías, que se solapan o alternan constantemente, impidiendo así que Fernando pueda encontrar la tranquilidad y estabilidad necesarias para tomar el control de la situación.
Sin embargo, desde hace un par de meses, su situación ha mejorado de forma significativa y ha avanzado tanto en la gestión de su patología dual que incluso ha visto reducida su medicación para controlar el trastorno mental y lleva meses sin consumir alcohol. “Antes tenía que tomar 800 mg de un fármaco para controlar la bipolaridad, el cual me producía somnolencia y dificultades en el habla, y ahora solo he de tomar 100 mg”, comenta Fernando, quien considera que, al margen del tratamiento que recibe en el Hospital de Día del Centre de Salud Mental y Adicciones de (CSMiA) de Gracia, su gran mejoría es resultado de los efectos que produce en él la sala multisensorial de la que dispone el Hospital Mare de Déu de la Mercè de Germanes Hospitalàries, la cual es la primera de España para pacientes con trastorno mental y está ubicada en el CSMiA de Gracia.
“Se trata de un espacio en el que el suelo es acolchado y cuenta con una cama de agua con temperatura regulable, fibras ópticas con luces, espejos irrompibles, columnas de agua con burbujas que reproducen el efecto del mar, música , esencias, así como un proyector con el que se pueden reproducir imágenes, por ejemplo, de la naturaleza”, explica Gemma González, psicóloga responsable del Hospital de Día Salud Mental y Adicciones del CSMiA de Gracia, quien al respecto señala que “por sus características, esta sala multisensorial permite al paciente en tratamiento hacer un parón para conectar consigo mismo y tomar consciencia, hacerse con el control de la situación para poder participar más en su proceso de recuperación y tener la capacidad de tomar decisiones”.
Tal y como señala González, “muchas veces, las personas con patología dual sufren una inestabilidad constante, ya sea por su trastorno mental como por la adicción que padecen, lo cual ya de por sí no les permite llevar a cabo ese trabajo de introspección, y además, frecuentemente, tienen miedo a reencontrarse con ellos mismos porque temen no tener el control”. A modo de ejemplo, la psicóloga comenta que una persona con depresión teme esa conexión consigo misma porque piensa que ello le puede hacer ahondar aún más en su sentimiento de decaimiento y tristeza, sin embargo, “en la sala multisensorial se dan cuenta que ese reencontrarse no es tan malo”.
Y es que como indica González, este espacio “les permite ser más conscientes a nivel cognitivo y emocional, les da la posibilidad de autoconocerse, conectar con ellos mismos y ponerlo todo en orden para hacerse así con el control y tomar sus propias decisiones, ya no desde las emociones o las sensaciones, sino desde la consciencia”. “Sin esa consciencia, las decisiones que se toman son más extremas, impulsivas, sin control”, añade.
La sala multisensorial del CSMiA de Gracia no es un espacio novedoso, puesto que desde hace años ya se usan habitaciones similares en el contexto de pacientes con demencia o discapacidad para mejorar su bienestar a través de la estimulación sensorial. Sin embargo, en el caso de las personas con patología dual, las cuales tienen plenas capacidades cognitivas y, por lo tanto, pueden participar de forma activa en el tratamiento, estos espacios se convierten en un entorno propicio para favorecer su estabilidad psicológica y emocional, lo cual mejora y acelera su recuperación y los efectos del tratamiento.
De hecho, desde que se pusiera en marcha la sala del CSMiA el pasado mes de abril, ya se ha podido comprobar sus beneficios sobre los pacientes con patología dual. “Antes de enterar y diez minutos después de salir de la sala, tomamos las constantes al paciente y le hacemos pasar una escala psicológica y hemos visto que tras la sesión, que suele durar una media hora, se ha reducido la ansiedad del paciente, ha bajado su pulso y la tensión y se siente más tranquilo, seguro y estable”, indica la psicóloga, algo que corrobora el propio Fernando. “Cuando voy a entrar en la sala puedo estar nerviosos, alterado, triste... pero después de la sesión es como si hubiera hecho yoga, todo se me olvida y los problemas se suavizan”, asegura este paciente con trastorno bipolar, quien además ha podido reducir la cantidad de fármacos que ingiere a diario.
En este sentido, Gemma González considera que, “a la conclusión de la prueba piloto que estamos realizando en el CSMiA Gracia, que tiene una duración establecida de ocho sesiones, y si las escalas que estamos realizado para demostrar que esta herramienta es útil en el contexto del tratamiento de personas con patología dual confirman los buenos resultados, lo ideal sería poner una sala multisensorial en todos los centros de salud mental de la sanidad pública como parte del tratamiento de estos pacientes”.
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