Salud

El ácido palmítico es un potenciador de la metástasis y deja memoria agresiva en las células tumorales

Un artículo publicado por investigadores del IRB Barcelona describe el mecanismo por el que este ácido promueve la expansión del tumor y abre nuevas vías de investigación para el desarrollo estrategias terapéuticas

El doctor Salvador Aznar-Benitah, investigador ICREA, ha liderado al grupo de científicos del IRB Barcelona que ha desarrollado el estudio
El doctor Salvador Aznar-Benitah, investigador ICREA, ha liderado al grupo de científicos del IRB Barcelona que ha desarrollado el estudioIRB

La metástasis de un tumor primario, que es cuando las células tumorales adquieren la capacidad de salir del tejido donde se desarrollaron para empezar a invadir de forma salvaje otros tejidos, es la principal causa de muerte por cáncer, de hecho el 90% de los pacientes fallecen por este motivo. Sin embargo, no se había podido determinar qué células eran capaces de metastatizar hasta que en 2017 un grupo de investigadores del IRB Barcelona publicó un artículo en el que se describía por primera vez la identificación de las células dentro del tumor que son responsables del desarrollo de la metástasis.

Tal y como explica el doctor Salvador Aznar-Benitah, investigador ICREA y líder del grupo del IRB, en aquel estudio se vio que “solo un porcentaje muy pequeño de células dentro del tumor tiene esa capacidad de invasión y de colonización”. “Nos llamó la atención que lo que diferenciaba a esas células con capacidad metastásica del resto de células es que tienen un metabolismo de grasas muy pronunciado, es decir que se alimentan muchísimo de las grasas”, comenta al respecto, sin embargo aún faltaba profundizar más en ello para desvelar incógnitas como qué tipo de grasa y en qué cantidad tiene la capacidad de incrementar el riesgo de desarrollar metástasis, cuál es el mecanismo para que eso se produzca...

En este contexto, ahora, cuatro años después, ese mismo grupo de investigación acaba de publicar un nuevo artículo en la revista Nature que pone de evidencia que, “dentro de las grasas más comunes que ingerimos en nuestra dieta, el ácido palmítico es la que más potencia la metástasis, es decir que aumenta muchísimo el potencial metastásico de las células tumorales”. “Lo que hemos visto además es que, una vez que una célula tumoral ha visto una concentración alta de ácido palmítico deja como una memoria, se acuerda que ha visto esa concentración y mantiene un plano muy agresivo”, señala el investigador, que al respecto aclara que “si un paciente con cáncer ha comido durante un tiempo una dieta muy rica en ácido palmítico y, de repente, decide comer una dieta más sana, con un nivel de ácido palmítico mucho más bajo, ya es muy tarde, porque el tumor ya se acuerda que ha visto concentraciones muy altas y se mantiene siempre en un estado muy prometastásico”. “Por ahora, aún desconocemos si, antes de padecer un cáncer, una persona ha consumido una dieta alta en ácido palmítico eso le predispone ha desarrollar tumores más agresivos en el futuro”, añade.

Además, tal y como apunta Salvador Aznar-Benitah, gracias a este estudio, también se ha visto que “las células metastásicas interaccionan con los nervios del tejido y que esa interacción es esencial para que la célula metastásica pueda metastatizar, es como si los nerviosos se aliaran con esas células para salir del tumor primario y poder colonizar así otros órganos”. En este contexto, es esencial evitar que el ácido palmítico entre en la célula, algo que sucede a través de un receptor, que es como si fuera una puerta, una puerta específica cuya llave es solo el palmítico”, por lo que “si impidiéramos que el palmítico entre en la célula mediante el bloqueo de esa puerta, que se llama proteína C-36, dicha célula ya no sería capaz de metastatizar ni de establecer comunicación con los nervios”.

“El efecto de este ácido graso en el proceso metastásico es tremendo, es muy potente”, concluye el doctor, quien sin embargo apunta que, por contra, “el ácido oleico, que es muy parecido al palmítico, no es prometastásico, incluso en alguno de los tumores que probamos no ha eliminado la metástasis, pero sí que la rebajado”. Y pese a que el estudio se ha desarrollo en torno al cáncer oral y melanoma, Aznar-Benitah señala que “a través de colaboraciones con otros grupos, se sabe que esta ruta del palmítico, el papel que juega la grasa, la proteína C-36... está presente en muchos tipos de tumores, como el cáncer de mama, de ovario, de colon, próstata, páncreas o riñones”. “En cuanto a lo que se refiera al tema de la memoria, solo lo hemos podido demostrar en cáncer oral y de mama, por ahora, aunque hay datos que nos sugiere que también es así en otros tumores”.

En cualquier caso, el articulo que acaban de publicar los investigadores del IRB “identifica mecanismos de metástasis que no se conocían y, en el momento que logras hacer eso, estás encontrando nuevas debilidades de esas células tumorales que ojalá nos permitan desarrollar nuevas estrategias terapéuticas”. “Ahora al menos hemos podido identificar cuatro o cinco dianas concretas que tenemos que probar”, indica para a continuación señalar que “este estudio abre nuevas vías de investigación, ya que si se logra bloquear la entrada de ese ácido palmítico en la célula tumoral se podría frenar la metástasis”.