Reaparece un peligroso preso fugado e intenta asesinar a un vecino

En abril del año pasado, coincidiendo con el inicio de la pandemia y del confinamiento, un peliggroso preso de la cárcel de Quatre Camins, quien responde a las iniciales I.C.M., se ha dado a la fuga del centro penitenciario en dirección a Granollers.

En ese momento, el presidiario agredió a un vigilante, que sufrió heridas y roturas en la nariz, huesos y mandíbula en el momento en el que sacaba al delincuente del calabozo.

El fugado mide 1,70 metros, tiene 49 años, pelo y ojos oscuros, orejas y nariz grandes y facciones pronunciadas. Es de complexión fuerte, y lleva un número 666 tatuado en el cuello y un puño americano en el brazo. En el momento de la huída, vestía un chándal gris de Adidas.

El recluso sufre una discapacidad intelectual, y acumula un abultado historial de quebrantamientos de condena, resistencia a la autoridad y robos con violencia.

El pasado 5 de noviembre, el fugitivo fue arrestado de nuevo por los Mossos. Había herido a otro hombre, disparándole con un arma de fuego en una pelea en las cercanías de Reus. Había amenazado con anterioridad a la víctima y a su pareja. El joven sufrió heridas por arma blanca y tuvo que ser ingresado en el hospital.