Cacicada

El independentismo manipuló a su favor las elecciones a la Cámara de Comercio de Barcelona

El juzgado anula de forma parcial los comicios que ganó con mayoría absoluta el controvertido Joan Canadell

Imagen de Joan Canadell durante su presidencia de la Cámara de Comercio
Imagen de Joan Canadell durante su presidencia de la Cámara de ComercioEnric FontcubertaEFE

El controvertido diputado de Junts, Joan Canadell, vuelve a estar en el ojo del huracán. Tras sus escarceos con la extrema derecha independentista, sus paseos en coche por Cataluña con una mascara de Puigdemont o sus comentarios xenófobos, ahora llegan las acusaciones de pucherazo electoral. El juzgado contencioso administrativo número 15 de Barcelona ha anulado de forma parcial las elecciones de la Cambra de Comerç de Barcelona (Cámara de Comercio) celebradas en 2019, en la que la lista independentista encabezada por Canadell y patrocinada por la Asamblea Nacional Catalana se impuso. Poco después abandonó su cargo para ejercer como diputado y en la actualidad es su delfín, Mònica Roca, quien preside la Cámara.

El magistrado considera que el proceso de votación “vulneró el derecho fundamental a la igualdad” después de recibir denuncias por una presunta “falta de garantías” en el sistema de votación en línea, tal y como adelantó ayer Crónica Global. El conseller de Empresa i Treball, Roger Torrent, ha anunciado tras conocer el fallo que la Generalitat –encargada de organizar el proceso de votación- recurrirá a la sentencia, que no es firme.

Los comicios de la Cambra se llevaron a cabo siguiendo un método dual, con voto presencial y voto telemático. La candidatura Eines de País ganó las elecciones con mayoría absoluta al conseguir 31 asientos en el pleno sobre los 40 que se elegían por sufragio directo.

De hecho, la Fiscalía ya había advertido de irregularidades en el programa informático que se utilizó para la votación a las elecciones a la entidad cameral ya que, durante los comicios, se utilizó un “programa informático sin garantías”. Por ello, había pedido que se invalidase parcialmente este proceso electoral, recordando que hubo 19.911 votos electrónicos emitidos desde 52 ordenadores y que la JEC hizo suprimir 25 porque se emitieron desde una mismo IP.

El juez se hace eco de estas irregularidades y la sentencia indica que las elecciones vulneraron el derecho fundamental a la igualdad, consagrado en el artículo 14 de la Constitución. Según señala el juez, los dos sistemas de votación –se combinaron votos emitidos de forma presencial y votos emitidos de forma electrónica- no contaron con las mismas garantías. En el caso de las votaciones online, se incumplió el requisito “de autenticación robusta”, hecho que provocó la anulación de casi 700 votos. En este sentido, la sala declara nulos los resultados definitivos de algunas vocalías, que posteriormente fueron aprobadas por los acuerdos de la junta electoral central. Se trata de las vocalías 8.5, 8.7, 9.1, 12.3, 12.4 y 12.6, ocupadas por grupos como Bon Preu, Colonial o Pere Quart, entre otros.

El asalto a la Cámara de Comercio fue el primer escalón del independentismo, durante al oscura presidencia de Quim Torra, para ocupar las principales instituciones de la sociedad civil. Al fin y al cabo, sin independencia, lo mejor que podían hacer era colocar a sus afines. Así que la Generalitat ideó un sistema de elección que pudiera beneficiar a sus acólitos. De hecho, la empresa encargada de poner en marcha el voto electrónico, Scytl, acabó en concurso de acreedores poco después.

Fuentes de la Cambra sostienen que la decisión del juzgado, al no ser firme y estar recurrida, no tendrá de momento ninguna afectación sobre el ente ni sus vocalías. Consideran además que el fallo definitivo llegará después de las próximas elecciones, previstas para mediados del 2023. Canadell, por su parte, en uno de sus habituales exabruptos tuiteros, aunque, por una vez, sin insultos ni ramalazos xenófobos, tildó a los denunciantes de “Ibex ñ”.