Accidente de tráfico
En el 44% de los accidentes de tráfico con muertos o heridos graves ha habido una moto o ciclomotor involucrado
Pese a que, según el 20º informe EuroRAP, siguen mejorando las cifras de accidentalidad en Cataluña, que se han visto influencias por la reducción de la movilidad por la pandemia, los motoristas siguen siendo las principales víctimas de los siniestros más graves
Según los objetivos establecidos por la Unión Europea, en 2020 Cataluña debería haber reducido a la mitad el número de victimas mortales respecto a 2010 y, tal y como pone de manifiesto el hecho que hace una década perdieron la vida en las carreteras catalanas 266 personas, mientras que en 2020 esa cifra cayó hasta las 123, el objetivo se ha alcanzado, sin embargo es importante destacar que, al final de la década, la reducción de las víctimas mortales se ha visto influenciada por la disminución de la movilidad debido a la pandemia.
En cualquier caso, en las últimas dos décadas se ha evidenciado una tendencia al decrecimiento en lo que se refiere a la gravedad de los accidentes, ya que en 2000 había casi 700 víctimas mortales. Concretamente, según el 20º informe EuroRAP, que analiza la accidentalidad de la red viaria catalana desde 2018 a 2020, los accidentes graves y mortales han decrecido un 10,6% en este trienio, mientras que la movilidad global ha caído un 6%, así pues, la peligrosidad se ha reducido en un 4,9%, aunque los tramos con riesgo alto o muy alto representan aún el 29% del total evaluado.
En cuanto a lo que se refiere al plazo de 20 años desde que se hiciera el primer estudio de EuroRAP en Cataluña, que elabora el RACC y otros clubs europeos que son miembros de la Federación Internacional del Automóvil, con la colaboración del Servei Català de Trànsit, del Departamento de la Vicepresidencia y Territorio de la Generalitat, y de la Diputación de Barcelona, el índice de riesgo se ha reducido un 73,2%, en gran medida gracias a la caída del 72,2% de los accidentes con muertos y heridos graves, los cuales han pasado de 2.155 en 2010 a 599 en 2020, año en el que la reducción en la movilidad a raíz de la pandemia tuvo una gran influencia en los datos referentes a la accidentalidad.
En lo relativo a los datos que se enmarcan en el último trienio analizado, cerca de uno de cada tres kilómetros de carretera evaluados tiene un riesgo alto o muy alto de accidente grave o mortal y, en este contexto, es importante destacar que en una carretera convencional ese riesgo es cuatro veces superior que en las autovías o autopistas. En definitiva, en Cataluña hay aún 1.804 km de carreteras con un rieso algo o muy alto de accidente grave o mortal y eso representa el 29% de la red viaria analizada, cuando en el trienio anterior ese porcentaje se situaba en el 30%. En contrapartida, los kilómetros con riesgo muy bajo o bajo han crecido significativamente para pasar de ser el 49% al 55% y se sitúan ya en 3.533. Ese aumento se habría producido a costa de la caída de las vías con un índice de riesgo medio.
Yendo a un plano más concreto, la carretera de la Arrabassada (BP-1417) entre Barcelona y Sant Cugat vuelve a liderar la lista de los 10 tramos con más riesgo de accidentes, lo cuales son, todos ellos, vías convencionales de calzada única, que pertenecen a las demarcaciones de Barcelona (5), Girona (4) y Lleida (1). Y es que esta carretera concentra un gran número de accidentes con una moto o motocicleta implicada. De hecho, en el 100% de los accidentes con muertos y heridos graves que se han producido en esta vía ha participado, como mínimo, una motocicleta.
En el lado opuesto, la AP-7 entre Figueres y Girona es el tramo con menos riesgo de Catalunya y es que pese a su alta intensidad (32 mil vehículos diarios), no registra ningún accidente mortal o grave en el último trienio, y cabe destacar que, este año, hay 668 kilómetros que tiene un riesgo cero, sumando así 147 más que en trienio anterior. Es decir que, del total de los más de 6.300 km analizados por EuroRAP, en el 10,5% no ha habido ningún accidente mortal o grave entre 2018 y 2020.
Pese a la mejora de los datos de accidentalidad en este último trienio, se mantiene la problemática relativa a los motoristas, que continúan siendo las principales víctimas mortales y heridos graves de los accidentes de tráfico en Cataluña. De hecho, durante el trienio analizado, en el 44% de los accidentes de tránsito con muertos o heridos graves se ha visto involucrada, como mínimo, una moto o ciclomotor, vehículos que representan solo el 2,4% de la movilidad en la carretera.
En cuanto a los tramos en los que se concentra un mayor número de accidentes graves y mortales con al menos un motorista como protagonista, ocho de los diez primeros ya estaban el trienio anterior y todos ellos se encuentran en la Región Metropolitana de Barcelona. En este mismo ámbito, cabe destacar que la mitad de estos accidentes se concentran solo en el 13% de la red viaria y la C-58 entre Barcelona y Cerdanyola es el escenario principal de esos siniestros, como también es la tramo que acumula más accidentalidad grave por kilómetro por sexto año consecutivo. Cabe destacar que, en los diez tramos con más accidentes, se observa una elevada representatividad de los protagonizados por motoristas. De hecho, de media, en un 75% de los accidentes con muertos y heridos graves ha participado una moto o ciclomotor y más de la mitad de las víctimas mortales eran motoristas.
Y si bien la disminución de la movilidad a raíz de la pandemia ha podido resultar clave en cuanto a los datos de accidentalidad en Cataluña en el último trienio, parece que esta circunstancia va a seguir condicionando la información recopilada en relación a la siniestralidad durante 2021 y los próximos meses. Y es que hasta el 30 de noviembre del presente año, han perdido la vida en las carreteras catalanas 122 personas en 116 accidentes de tráfico, lo que representa una caída del 26,9% respecto al porcentaje del año anterior, y la mitad de estas víctimas forman parte de colectivo vulnerables como motoristas (44), transeúntes (12) y ciclistas (4).
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