Tráfico

El RACC denuncia el excesivo número de radares instalados por Colau

La entidad critica la medida del ayuntamiento de Barcelona de instalar 48 nuevos puntos de control de la velocidad

El RACC considera que solo están justificados aquellos radares que está planificado ubicar en entornos escolares y en túneles urbanos
El RACC considera que solo están justificados aquellos radares que está planificado ubicar en entornos escolares y en túneles urbanoslarazon

El Ayuntamiento de Barcelona ha programado la ubicación de 48 nuevos radares en la ciudad, que se sumarían así a los seis actualmente activos, una medida que desde el RACC se considera totalmente innecesaria y, por ello, la entidad solicita al ente municipal que se replantee esta medida, al considerar que en ningún caso se puede justificar por motivos de seguridad viaria, y señala que solo tiene sentido activar nuevos radares en entornos escolares y túneles urbanos.

Y es que el plan del Ayuntamiento prevé la activación de 46 nuevos radares fijos de punto, 34 de ellos en puntos del proyecto ‘Ciudad 30′ y una docena más en entornos escolares, y cuatro radares de tramo en otros tantos túneles urbanos, lo que supondría multiplicar por lo ocho los ya existentes, algo que para el RACC resulta excesivo ya que éstos son instrumentos muy útiles para reducir los accidentes de tráfico, pero las cifras de siniestralidad en Barcelona no justifican una incremento tan elevado de la presencia de estos dispositivos en sus calles.

De hecho, en la última década, el número de víctimas y heridos graves en accidentes de tráfico en la Ciudad Condal ha caído de las 304 personas de 2010 a las 155 de 2020 sin necesidad de recurrir a la activación de nuevos radares, de manera que no parece justificado instalar ahora ocho veces más dispositivos de estas características y ello podría ser visto por los ciudadanos como una medida de carácter recaudatorio más que como una iniciativa destinada a reducir la accidentalidad en la ciudad, que es la función principal de los radares.

Es por ello que el RACC solicita al Ayuntamiento que se replantea la activación de los 48 nuevos radares programados para mantener solo 16 de ellos, que serían aquellos que está previsto instalar en los entornos escolares en calles en las que recientemente se ha establecido el límite de velocidad en los 30 km/h, cuando anteriormente éste era de 50 km/h, y los cuatro radares de tramo en túneles urbanos que ya están a punto de entrar en servicio o están previstos, que son el de la Ronda del Mig, el del túnel de la Rovira, el del túnel de las Glorias y el de la Ronda del Litoral, entre Miramar y la Barceloneta.

Y es que para la entidad, solo la puesta en marcha de estos 16 radares se podría justificar por razones de seguridad viaria, mientras que el resto tendrían un objetivo de carácter más cívico, para pacificar el tránsito de la ciudad, y podrían ser vistos como instrumento de recaudación por parte del Ayuntamiento.