Más presión para ERC en la reforma laboral: Podemos y CUP amenazan con retirar su apoyo a Aragonès

Jornada frenética. A horas de que se vote el decreto Ley de la reforma laboral, se están abalanzan los problemas sobre Esquerra. Primero ha sido Podemos quien ha dado la voz de alarma y ha advertido de que si Esquerra no apoya la reforma laboral, quitará su respaldo al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en Cataluña. Un determinante respaldo, como se ha visto recientemente con varias iniciativas (presupuestos de 2022 y una medida sobre las renovables). Y, a las pocas horas, la CUP plantaba al president en la reunión que tenían prevista en el Palau de la Generalitat, aunque por otro motivo: por incumplir el acuerdo de investidura y detener a activistas favorables al derecho a la vivienda.

Con este escenario, la presión para Esquerra se ha disparado a pocas horas de la votación. Y eso no es todo: a la presión de los partidos, se une también los sindicatos, con mucha peso en Cataluña y en ERC. CC.OO. y UGT (con mucho vínculo con los republicanos) representan a más de un millón de trabajadores (al 80%) en la autonomía y aprietan día sí día también para que los republicanos den su plácet y así evitar la foto con formaciones de centroderecha, como Ciudadanos y el PDeCat.

En este sentido, cabe recordar que Comunes y CUP son ahora los socios imprescindibles del Govern en Cataluña. Ante la imprevisibilidad de los cuperos en muchas ocasiones, los morados suelen salir al rescate del ejecutivo catalán. Aragonès quiere evitar tener que echarse en brazos del PSC.

Lo cierto es que Podemos no se puede permitir la imagen de ver cómo su medida estrella (la derogación de la reforma laboral) queda aprobada sin el plácet de los socios de Gobierno de izquierda. Sería un mal mensaje. De ahí que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se haya arremangado en las últimas horas para tratar de seducir a los republicanos, aunque, de momento, sin éxito. En ERC, a pesar de todas las presiones que han ido acumulando en los últimos días, siguen sin intención de cambiar el paso. Pero los Comunes han pasado ahora de las presiones a las amenazas y advierten de que, si no hay apoyo a la reforma laboral, retirarán su respaldo al Govern, según ha avanzado “La Vanguardia” y han confirmado fuentes del partido a este diario.

La CUP; por su parte, ha denunciado que esta mañana los Mossos d’Esquadra han detenido a cuatro activistas favorables al derecho a la vivienda y, por ello, han plantado a Aragonès, con quien tenían previsto reunirse hoy en el marco de la ronda de contactos entre partidos independentistas para dibujar la hoja de ruta del “procés”. “La CUP manifiesta que no comparte el enfoque de legislatura del actual Govern de ERC y JxCat”, señalan los cuperos en un comunicado. En este sentido, los anticapitalistas reprochan que los activistas antidesahucios acumulan multan por valor de 206.141 euros.

Sin Comunes ni CUP, el Govern de Aragonès se verá obligado a recurrir a la carta del PSC. Las relaciones entre la Generalitat y los socialistas catalanes han ido mejorando en las últimas semanas, aunque habrá que ver si hasta el punto de poder pactar medidas de calado, como unos presupuestos. Si bien, también es cierto que el Govern tomó oxígeno tras aprobar las cuentas de 2022.

Aragonès iniciará mañana la ronda de contactos prevista: a las 12.00 horas recibirá a representantes de JxCat y, a las 16.00 horas, se verá con responsables de ERC, mientras que aún no hay fecha alternativa para la CUP. “Lamentamos la negativa de última hora de la CUP a asistir a la reunión convocada para hoy para abordar la estrategia independentista, en el marco de los encuentros con los partidos y las principales entidades independentistas”, ha explicado la Oficina del President en un comunicado.