Negociación
Podemos presiona y augura una nueva reunión de la mesa de diálogo “en las próximas semanas”
Los comunes reculan y se desdicen del ultimátum a ERC por su rechazo a la reforma laboral
“Habrá reunión de la mesa de diálogo en las próximas semanas”. Así se ha expresado este jueves la líder y portavoz de los comunes -la facción que cobija a Podemos en Cataluña- Jéssica Albiach sobre la convocatoria de un foro que ERC ansía y que el Gobierno de Pedro Sánchez esquiva en estos primeros compases de 2022. La proclama, eso sí, no ha ido acompañada de ninguna concreción más pese a los interrogantes abiertos y ante la Comisión Bilateral entre el Gobierno y la Generalitat que este viernes se celebrará en Barcelona una cita de carácter técnico para negociar aspectos de gestión y traspasos pendientes.
En este sentido, Albiach ha pedido dejar de especular sobre la fecha de la mesa de diálogo y “hablar del contenido”. Y aquí los comunes defienden que se traten temas como la “desjudicialización” del conflicto, la financiación y un acuerdo que sea votado por los catalanes. A juicio de los morados, este espacio debe dar respuesta a las personas “en situación de exilio” y uno de los temas que se debería abordar es la reforma del delito de sedición y del Código Penal, al ser preguntada por las palabras del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.
Desde el Ejecutivo catalán, en cambio, insisten en que no hay ningún tipo de novedad sobre la posible fecha de la mesa de diálogo y siguen apremiando a la Moncloa a mover ficha y convocarla cuanto antes. “Se tiene que hacer, es imprescindible, clave y nuclear”, ha advertido la consejera de Presidència y “número dos” de Pere Aragonès, Laura Vilagrà, desde la Generalitat.
Todo después de que los comunes y el Govern, con el president Pere Aragonès a la cabeza, se hayan reunido este jueves en el Palau de la Generalitat para acercar posturas tras las sucesivas pugnas por la reforma laboral. Así y pese al ultimátum lanzado por los morados para proteger a Yolanza Díaz -amenazaron a ERC con retirar su apoyo parlamentario si votaban “no”-, la facción morada ha reculado, pasa página y sigue tendiendo la mano especialmente en políticas sociales. “No estamos aquí para facilitar la vida al Govern, si no a los ciudadanos”, ha resumido Albiach.
No en vano, la dirigente ha criticado “la parálisis, el continuismo y la falta de liderazgo” del Ejecutivo de Aragonès y ha enumerado las discrepancias abiertas con “la apuesta por los JJOO de Invierno, la renovación de la cúpula de los Mossos o el reparto de cargos pactado con el PSC”. De hecho, la estrategia de los morados pasa por situar la “pelota en el tejado de ERC”, redoblar sus exigencias ante Junts -pidiendo una ruptura con las “políticas continuistas del Govern”- y proyectarse como socio posible para ello.
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