Vuelve la amenaza de los “pisos colmena” en el entorno de Barcelona

Vuelve la polémica de la infravivienda después de 4 años en los que el asunto parecía casi olvidado. El promotor de los “pisos colmena”, Marc Olivé, de la empresa Haibu 4.0, planea siete “locales” en Barcelona que incluirán cocina, zona de estancia y de trabajo, y aseos. Sería, por tanto, espacios de uso diurno. Y, en paralelo, también una nave en el área metropolitana de Barcelona, en este caso para pisos colmena con un coste aproximado de 250 euros al mes que sí servirían para dormir.

El promotor busca volver a traer este proyecto de infraviviendas a la ciudad después de que, en 2018, tanto en el Ayuntamiento de la capital catalana como el de L’Hospitalet de Llobregat -donde también había intentado instalar estos espacios- vetaran y precintaran las instalaciones al considerarlas ilegales.

Tras el precinto de los locales en los que la empresa Haibu 4.0 pretendía construir estas ‘colmenas’ y ofrecerlas por poco más de 200 euros al mes a personas con pocos ingresos, en 2020 volvieron a intentar algo parecido con coches averiados en los que habían introducido un colchón, a lo que también se opusieron los ayuntamientos, teniendo en cuenta además que las condiciones de vida eran aún peores que en las “colmenas”.

Espacios enmascarados de oficinas

Haibu 4.0 está convencida de que no es posible vetar sus espacios de uso diurno que tendrán una catalogación parecida a la de una oficina, aunque el Ayuntamiento ya está en guardia ante el riesgo de que se produzcan situaciones de indignidad y hacinamiento.

La polémica viene de lejos. La Justicia ha tumbado siempre los recursos de la promotora, que se defiende que este tipo de espacios están permitidos en otras ciudades europeas, por ejemplo París. También tienen el “peligro” de las protestas y quejas de los vecinos, contrarios a los “pisos colmena”.

Fuera de la ciudad, en algún lugar del área metropolitana que aún no se ha especificado, Haibu 4.0 prevé instalar habitáculos ‘colmena’ en una nave para que hasta 500 personas duerman en ella. La empresa no ha querido desvelar la ubicación de estos espacios para evitar presiones sobre el derecho a la vivienda.