Congreso
Junts evita por ahora el cisma: Borràs somete a Turull y ambos pactan repartirse el poder del partido
Acuerdan finalmente presentar una candidatura única para liderar una formación fracturada. Compartirán las funciones ejecutivas al 50%
Junts salva su primer “march ball”. El partido de Carles Puigdemont evita el destrozo total ante el congreso de junio que debe servir para renovar sus liderazgos con una candidatura conjunta entre Laura Borràs y Jordi Turull para repartirse el poder. Un acuerdo de conveniencia, con cambio de estatutos incluido, después de que la presidenta del Parlament se negara a ocupar un cargo meramente representativo y reclamara foco y mando.
Tras someter a Turull y su círculo, que han terminando cediendo ante las exigencias de Borràs, la presidenta del Parlament presentará candidatura para ocupar la presidencia y Turull a la secretaría general. En un inicio, la presidencia parecía escogida para ella y el puesto de secretario general debía ser para el dirigente.
Sin embargo, el reparto se complicó y el conflicto acabó estallando entre familias posconvergentes: la presidencia de Junts es un puesto de cariz institucional, hecho a medida de Puigdemont -quien no contaba con oposición interna- y sin capacidad ejecutiva directa, algo que la presidenta del Parlament ha rechazado desde el primer momento. Por ello, Borràs y Turull han acordado reformar los estatutos del partido y repartirse el poder al 50% tras el congreso.
Lo harán después de que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont renunciara a presentarse en el congreso a revalidar la presidencia de Junts, y de que Jordi Sànchez hiciera lo mismo en el cargo de secretario general.
Sea como fuere, la la división es notoria y profunda en una formación sin rumbo definido, que también debe decidir su hoja de ruta tras el paso atrás de Puigdemont y la pérdida de un peso pesado como Elsa Artadi, vicepresidenta de Junts, excandidata a la alcaldía por Barcelona y la eterna aspirante al trono de la posconvergencia.
Laura Borràs juega con la baza de gozar de gran popularidad entre la militancia, un aviso ante las demás facciones por el control de la formación y el reparto de poderes, con la presidenta del Parlament lejos de querer quedar en un papel secundario e institucional como el que se asocia al cargo de la presidencia.
Jordi Turull, por su parte, cuenta con el aval de los principales cuadros orgánicos de la formación -exconsellers, altos cargos y dirigentes históricos- aunque entre las bases se ve con cierto recelo su pasado vinculado a Convergència.
Junts dividirá su cónclave en dos jornadas diferentes: la primera será la mencionada a principios de junio -el 4 en el sur de Francia- y servirá para renovar la dirección del partido, mientras que la segunda se celebrará en Cataluña a lo largo del mes de julio y en ella se aprobarán la ponencia ideológica y la organizativa. Y aquí se espera la mencionada reforma de los estatutos para dar más poder a Borràs.
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