Polémica

¿Qué examen de la Selectividad ha sido más difícil, el de catalán o el de castellano?

Empate técnico: el adverbio de foco y los derivados de la palabra “carne” para describir un asesinato, protagonistas en lengua

Alumnos de la facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, durante el inicio de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU)
Alumnos de la facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, durante el inicio de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU)Alejandro GarciaAgencia EFE

Más de 40.000 estudiantes afrontan la Selectividad en Cataluña. Unas pruebas salpicadas por el pulso lingüístico después de que la justicia ordenara repartir en castellano los exámenes a aquellos alumnos que así lo solicitaran. La Generalitat ha cumplido a regañadientes la sentencia con un cuestionario anónimo en el que incita eso sí, a pedir el examen con enunciados en catalán a los alumnos.

Al margen de esta polémica, las pruebas de lengua han estado en boca de todos por su contenido, examinado con lupa por estudiantes y profesores a lo largo de las últimas horas. ¿Cuál ha sido más difícil? ¿Qué sorpresas han deparado? Sus notas determinarán el nivel obtenido antes de acceder a la universidad y no se conocerán hasta finales de mes, aunque ya se pueden hacer ciertas cábalas una vez desvelado el contenido y las respuestas correctas. Y de las correcciones ya se extrae una primera conclusión: el adverbio de foco de la prueba de castellano ha sido protagonista absoluto.

Por partes. El primer examen de la selectividad fue precisamente el de Lengua y Literatura Castellana con dos grandes nombres propios de las letras, uno actual y otra ilustre: Ignacio Martínez de Pisón (opción A) y Carmen Laforet (opción B).

Una de las redacciones versaba sobre argumentar a favor o en contra de poner límites al humor a través de leyes que los regulen. Y en la parte común lingüística había preguntas sobre secuencias gramaticales y oraciones compuestas y subordinadas, con un auténtico protagonista que ha traído de cabeza a los 40.000 alumnos participantes. La pregunta requería escribir una secuencia gramatical de veinte palabras como máximo que incluyera, como mínimo, un adverbio demostrativo, un verbo modal, un adverbio de foco y un complemento agente.

Y el adverbio de foco pronto se convirtió en el término maldito de la Selectividad de 2022, con infinidad de comentarios y memes en las redes sociales tras el estupor de la mayoría de estudiantes e incluso de profesores. El adverbio de foco tiene la función de resaltar la palabra o sintagma sobre el que incide. Se ve con un ejemplo: “He cogido solo las llaves”, el adverbio “solo” es de foco al resaltar “las llaves”.

También el de catalán ha tenido su dosis de polémica. En la última pregunta de la prueba, han debido buscar palabras derivadas para completar oraciones: por ejemplo, a partir del genérico “carne”, han tenido que llegar a “encarnizamiento’ (”acarnissament” o “encarnissament”, en catalán) para darle sentido a una frase sobre un asesinato, un reto notable que ha generado cierto revuelo en las redes. Eso sí, apenas había nada sobre la temida fonética catalana.

La prueba, la cuarta de esta edición de la Selectividad, ha preguntado en la opción A sobre un fragmento de “Nocturn”, obra de Cabré de 1996 dentro de “Vuit narradors actuals” (Edicions 62), usándolo para que los alumnos buscaran sinónimos, identificaran el referente de ciertos pronombres, cambiaran los tiempos verbales a presente y redactaran un texto formal. Además, las dos opciones repartidas incluían preguntas sobre las lecturas obligatorias de Bachillerato: “Aigües encantades” de Joan Puig i Ferreter y “La plaça del Diamant” de Mercè Rodoreda.