El primer manual erótico de la Historia: “el Kamasutra catalán”

Nos situamos en el siglo XV. El catalán no pasa por su mejor momento a nivel de uso, pero se puede aprovechar los beneficios que está facilitando algo muy inesperado en la época: los textos eróticos, en este caso relacionado con la sanidad, vínculo importante durante esos oscuros siglos.

Anna Alberni, especialista en literatura catalana medieval, señala que “Speculum al foder” es la “única obra occidental que propone sin tapujos antes del Renacimiento posturas para el coito en pequeño manual de psicología femenina para uso de los seductores”. A su juicio, se trata de una obra literaria única en esa época.

“Speculum al foder” está más orientado hacia el cuidado de la salud que hacia el porno. No obstante, en los primeros episodios está escrito desde un punto de vista masculino, más directo, y que hablan de los genitales de los hombres, pero, de nuevo, desde un prisma más de higiene que otra cosa.

La continuación es diferente. Comenta la experta en Historia de Cataluña Anna-Priscila Magrinyà que aquí el consejo va dirigido a las mujeres, y reza que sus maridos tienen que ser “honesto, de buen ver, limpio, simpático, sociable, que acceda a todo lo que ella le pida y que sea rico”.

En los siguientes capítulos se habla de los consoladores Gadames, para “mujeres que llegan tarde a la sexualidad”, y, evidentemente, de las mejores posturas y tipos de mujer. Aparte de los clásicos “misionero”y de “lado”, el anónimo autor indica que la manera más usada para el coito era la que la ella pone sus piernas alrededor del cuello del hombre. Se define a las mujeres que no son vírgenes como “cumplidas”.

Pero hay cosas que no cambian, y el manual recuerda que en el fondo el tamaño importa: siempre en un catalán muy latinizado, está escrito que “los que terminan muy pronto acostuman a tener la verga pequeña y flaca”, mientras que los que finalizan más tarde “la tienen gruesa” A continuación llega otro clásico atemporal: “si el hombre termina antes, la mujer se siente burlada y frustrada, y él pasa de todo, ignorando lo que ella sienta.

Las dos únicas copias que existen de “Speculum al foder” están en la Biblioteca Nacional de España, en Madrid.