Sucesos
El acusado de matar a su ex pareja e hija en Esplugues tenía sangre en su garaje y bañera
La Fiscalía y la acusación particular piden prisión permanente revisable
Los Mossos d’Esquadra encontraron sangre en el garaje de la casa de Esplugues de Llobregat (Barcelona) donde un hombre presuntamente mató a su ex pareja y a su hija, con las que todavía convivía, la noche de Reyes de 2020.
“Por los restos de sangre, dedujimos que ocurren los hechos y después baja al parking, en la planta -1, donde tenía el coche aparcado y había sangre. Era un coche familiar. Alrededor había sangre y diría que en el coche en si también”, ha contado el instructor del atestado policial este miércoles al declarar en el juicio con jurado que sigue en la Audiencia de Barcelona.
Sobre las 6 de la madrugada, el acusado llamó a emergencias y contó que había matado a su expareja y a su hija: “Primero preguntó ‘¿Dónde estáis?’, y el operador le dijo que estaba llamando al 112. Después él manifiesta que ha matado a su mujer y su hija, y el operador intenta sacar información de donde está”, ha relatado uno de los mossos que intervinieron esa noche.
A pesar de que esa misma noche confesó, en la primera jornada de juicio el hombre declaró que no recuerda el momento del crimen y, frente a la petición de prisión permanente revisable que han hecho tanto la Fiscalía como la acusación particular --la familia de las víctimas--, su defensa pide que se absuelto o bien condenado a un máximo de 15 años.
Los policías que han declarado este miércoles han coincidido en que el crimen probablemente ocurrió unas horas antes de la llamada a emergencias sobre las 6, porque la sangre que encontraron en el piso ya estaba seca, y uno de ellos ha explicado que en la bañera encontraron agua mezclada con sangre y “algún aparato eléctrico” que hizo saltar los plomos.
Tras la llamada del acusado a emergencias, un mosso volvió a llamarlo para conseguir más detalles, y este policía ha explicado al jurado que el acusado le explicó que los dos cadáveres estaban en el dormitorio del piso y que se mostró dispuesto a abrir la puerta a la policía cuando llegaran.
Al llegar lo encontraron ensangrentado, y una vez detenido se negó a declarar ni a dar muestras de ADN, mientras que el mosso que lo custodió en el hospital las tres horas siguientes al arresto ha contado que en todo ese tiempo solo le dijo una cosa, “mátenme”.
A propuesta de la defensa, también ha declarado como testigo la madre del acusado, que ha explicado que sabía que su hijo y la víctima tenían problemas de pareja y se habían planteado terminar su relación, pero que no dio crédito porque otras veces ya se lo habían dicho y seguían juntos.
Se da la circunstancia de que el entorno de la víctima afirma que la ruptura con el acusado había sido cuatro meses antes del crimen pero siguieron conviviendo mientras él buscaba otro piso al que ir, hasta que pasados los meses la mujer le puso una fecha límite para marcharse, que era una semana después del crimen.
En cambio, el hombre sitúa la ruptura solo un mes antes del doble crimen y las acusaciones afirman que el hombre, al no aceptar la ruptura, pasó a controlar y seguir a la mujer y a mirar su móvil, donde vio que intercambiaba mensajes con otro hombre, lo que supuestamente desencadenó el crimen.
Durante la mañana, la magistrada que preside la sala ha parado el juicio durante unos minutos al constatar que entre el público había ex compañeros de trabajo del acusado que estaban citados a declarar como testigos mañana jueves a petición de la defensa.
Los testigos de los juicios no pueden oír lo que otros testigos declaran antes de comparecer, por lo que no pueden acceder a la sala antes de su turno, lo que ha hecho que la jueza planteara si mantener o no la validez de estas citaciones: finalmente y en contra del parecer de la Fiscalía, se ha mantenido sus comparecencias para mañana jueves.
✕
Accede a tu cuenta para comentar