Mensaje institucional

Aragonès presume de "forzar" al Gobierno a abordar la amnistía y exige negociar un referéndum

El presidente de la Generalitat usa el discurso del 11-S para exigir la autodeterminación ante la investidura

Pere Aragonès quiere aprovechar la Diada para dejar clara su nueva hoja de ruta y elevar el precio a Pedro Sánchez ante la investidura: en el mensaje institucional emitido anoche en TV3, el presidente catalán presumió de estar «forzando» al Gobierno a «dar pasos hacia la amnistía», avisó de que esto no «no es el final de nada» y exigió acordar las bases para un referéndum de independencia en una segunda fase de la negociación. «Estamos forzando al gobierno del Estado a dar pasos decisivos por la amnistía, a asumirla como imprescindible y inevitable, tal y como reivindicamos desde el primer día», abundó sobre la exigencia de anular las penas del 1-O como «punto de partida».

De hecho, la negociación con el PSOE y Sumar para la investidura de Pedro Sánchez centró gran parte del mensaje institucional de la Diada, con Aragonès pivotando su discurso de nuevo en torno al «procés» independentista. Según el republicano, «la amnistía, por sí sola, no resuelve el conflicto de soberanía con el estado», porque «Cataluña quiere votar libremente sobre la independencia». «Hasta que el Estado español no dé respuesta a esta reivindicación democrática, el conflicto existirá», avisó.

Y aquí desgranó de nuevo su propuesta, que se asemeja mucho a la hoja de ruta trazada por Carles Puigdemont desde Bruselas: «Hay que iniciar una segunda fase de negociación, sumando complicidades y alineando estrategias, acordando internamente una propuesta inclusiva sobre cómo debe votar la ciudadanía de Cataluña, y defenderla conjuntamente ante el Estado para hacerla posible». Aragonès incluye en esta «segunda fase» el «acuerdo de claridad» que él mismo propuso hace un año y que no tuvo ningún tipo de aceptación por parte de Junts.

Sin embargo, ahora busca recuperar y relanzar su propuesta como vía para exigir un referéndum de independencia a Pedro Sánchez en las negociaciones. Y dijo que lo hará con «firmeza» y con el objetivo de sentar las bases «para que la ciudadanía de Cataluña pueda decidir sin límite alguno cuál debe ser el futuro político del país».

Es decir, Aragonès exige una amnistía por adelantado igual que lo hace Puigdemont, y luego negociar un referéndum de secesión. A diferencia del expresidente de la Generalitat, el republicano no hizo referencia a la figura del «mediador» en el discurso, ni tampoco mentó en ningún momento la vía unilateral pese a la línea roja de la autodeterminación.

La amnistía, dijo, la quiere como «la garantía de que nadie más entrará en prisión y que los exiliados y exiliadas volverán en libertad». Y también reclamó «la mejora inmediata del bienestar de la ciudadanía con medidas como el traspaso de Cercanías y el fin del déficit fiscal».

Aragonès pronunció el discurso de la Diada desde la sede del Instituto de Estudios Catalanes en Barcelona y también sacó pecho de haber arrancado la reforma de la ley para usar el catalán en el Congreso y la petición de oficialidad que el Gobierno en funciones trasladó al Parlamento Europeo.