
Municipal
“Barcelona no deja bailar”: El Ayuntamiento precinta un local con trabajadores en el interior
El propietario del bar denuncia que el consistorio hace “una interpretación de la licencia totalmente subjetiva”

Por tercera vez y “sin previo aviso”, el Ayuntamiento de Barcelona precintó el pasado jueves el local de La Traviesa en la calle Tuset, conocida por sus bares y discotecas. Concretamente, el cierre se produjo alrededor de las 11 horas, aunque los responsables no recibieron “oficialmente” el aviso hasta pasadas las 13 horas.
“Una interpretación subjetiva de la licencia”
Según el Ayuntamiento, el motivo del cierre es el “incumplimiento de la licencia”, y la “multirreincidencia” en esta infracción. Sin embargo, el propietario del local, Luca Tamborra, denuncia que el consistorio de la capital catalana hace “una interpretación de la licencia totalmente subjetiva”.
Tamborra asegura que el Ayuntamiento alega que el cierre es “porque la gente baila”, y protesta que ellos siguen “la normativa de la licencia” que tienen: horario limitado, aforo, distribución de planos, local sin luces ni movimiento. “Pero dicen que la gente baila”, añade el propietario del local, quien asegura que cumplen "el horario de nuestra licencia que ni por asomo es el de una discoteca".
Tras el primer precinto hace ya unos meses, los propietarios de La Traviesa presentaron un recurso, que fue admitido. Además, Tamborra asegura que el gobierno municipal nunca ha llegado a presentar documentos, solicitados por la defensa, que justificaran la primera denuncia al local.
Trabajadores encerrados
“Lo peor”, según Tamborra, fue que en el momento del precinto había trabajadores dentro del local. Al llegar, el propietario vio que no podía acceder al interior, pues romper el precio es un delito, por lo que decidió llamar a su abogado. “La Guardia Urbana los había cerrado dentro”, denuncia.
Tras una hora de espera, la Guardia Urbana sacó a los empleados que habían quedado atrapados, y tal y como recoge Metrópoli, una de ellas sufrió “un cuadro de ansiedad” por la situación, por lo que una ambulancia fue trasladada al lugar para atender a la trabajadora.
Recurso
El propietario del local protesta que "solo nosotros pagamos" a pesar de, según dice, "hacemos mesas de trabajo en la Casa Gran con el Ayuntamiento donde nos pide consejo a nosotros". Por ahora, el local tiene un precinto de hasta tres meses, lo que afecta a unos 15 empleados "más todo lo indirecto".
Ante esta situación, los dueños presentaron "un recurso urgente".
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