Memoria recuperada

La Barcelona oculta ya se puede visitar

Varios espacios vinculados con la Exposición Universal de 1888 podrán ser visitados

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El parque de la Ciutadella es el eje de estas visitasPaco Freire/SOPA Images via ZUMA / DPAPaco Freire/SOPA Images via ZUMA

Hay una Barcelona que se ha convertido en reclamo obsesivo de turistas, la de buena parte de los edificios ideados por Antoni Gaudí y la de las callejas del Barri Gòtic. Pero hay otra que, pese a ser también modernista, que sigue siendo esa gran desconocida pese a formar parte de aquello que Eduardo Mendoza ha denominado como la ciudad de los prodigios. Es la Barcelona de la Exposición Universal de 1888, uno de los grandes hitos en la historia de la capital catalana, toda una renovación y un cambio de imagen comparable al que se vivió casi un siglo más tarde con la organización de los Juegos Olímpicos de 1992.

Desde hace algún tiempo existe un interesante proyecto llamado "Espais Ocults" que ofrece la oportunidad de adentrarse en lugares barceloneses que pasan inadvertidos o permanecen cerrados. Aprovechando las jornadas Semanas de Arquitectura, entre el 21 de mayo y el 28 de junio, esa Barcelona de 1888 podemos conocerla de primera mano y andar por ella. Son espacios que se sitúan en el Parc de la Ciutadella y sus alrededores.

Entre ellos destaca el actual Museo de Ciencias Naturales, un proyecto del arquitecto Lluís Domènec i Montaner que en 1888 era el café-restaurante de la Exposición Universal de Barcelona. A diferencia de la mayoría de los pabellones y edificios construidos para aquel evento, este fue pensado para perdurar. Las obras empezaron en noviembre de 1887 pero en enero de 1888 se introdujeron cambios en la estructura metálica y hubo que retrasar dos meses la entrega de la obra. Fue aquí donde se celebró el primer banquete para representantes de la prensa nacional y extranjera de la Exposición Universal, así como varias comidas para los organizadores del certamen y representantes de los países invitados.

Otro lugar a tener en cuenta en estas visitas es el Arco del Triunfo que ahora podemos ver desde dentro. Esta obra, del arquitecto Josep Vilaseca i Vilanova, construida a imagen y semejanza de su homónimo parisino, situado en el cruce de la estación de ferrocarriles, la carretera de Francia y el paseo Sant Joan, era el símbolo de la bienvenida a la Exposición. Cuenta con esculturas de Josep Llimona, Antoni Vilanoca y Josep Reynés y se ha convertido en uno de los grandes símbolos de Barcelona.

El invernadero de la Ciutadella, durante años algo dejado, regresa en todo su esplendor gracias a estas visitas de "Espais Ocults". Representaba la mirada científica dentro de la Exposición Universal. La propuesta del arquitecto Josep Amargós es una estructura metálica de tres naves y cierre de cristal. En un inicio la nave central estaba abierta por dos lados, se cerró el año 1890 para iniciar un invernadero más ambicioso, imagen que ha persistido durante más de noventa años hasta la última rehabilitación.