Municipal
La victoria de Colau sobre ERC en Barcelona se reduce a un punto a falta de un año para las elecciones
La alcaldesa nota el desgaste y obtiene su peor nota en el barómetro semestral del Ayuntamiento
A falta de un puñado de meses para las elecciones municipales, las espadas ya están en todo lo alto. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, comienza a notar el desgaste tras ocho años en el cargo y, con el barómetro municipal en la mano, saca su peor valoración entre los barceloneses. Por si eso fuera poco, su partido, los comunes, han visto como la holgada diferencia de casi cinco puntos de la última encuesta del Ayuntamiento se reduce a apenas uno. Y, entre los problemas de los barceloneses, además de la suciedad y la inseguridad habituales, vuelve a despuntar el turismo.
Con todos estos ingredientes, Colau ganaría las elecciones municipales con un 11,9% de intención de voto, mientras que Ernest Maragall (ERC) obtiene un 10,9. En la última encuesta municipal, en diciembre de 2021, la diferencia entre ambos partidos era de 4,6 puntos. ERC y BComú empataron en el 2019 a 10 concejales, pero Maragall superó a Colau por unos 5.000 votos. Los resultados del barómetro llegan a menos de un año para las elecciones municipales de mayo del 2023 y tanto Colau como Maragall ya han confirmado que volverán a ser candidatos. En cuanto al resto de partidos, el PSC se sitúa en tercera posición, con un 7,5% de intención de voto, una décima más que en la última encuesta. Junts se mantiene en cuarto lugar (3,4%), seguido de la CUP (2,9%), que en las últimas municipales quedó fuera del Ayuntamiento.
La encuesta municipal da al PP un 1,7% de intención de voto, una décima menos que en el barómetro de diciembre. Los populares quedan por delante de Vox, que obtiene un 1,1 por ciento. Ambos partidos superan a Ciudadanos, que pierde dos décimas respecto al último barómetro y se queda por debajo del 1 %. Valents, la formación que releva a Barcelona pel Canvi, no obtiene ningún resultado en la encuesta. La abstención se lleva el 11,9 por ciento, mientras que un 35,8 por ciento de los encuestados dice que todavía no sabe a quién votará.
La alcaldesa suspende en la valoración que los barceloneses hacen de los líderes políticos municipales. El Barómetro semestral del Ayuntamiento de Barcelona le otorga un 4,1, la nota más baja desde su llegada al cargo. Colau ha recibido un suspenso desde la encuesta de diciembre de 2019, y desciende una décima respecto al último barómetro. El republicano Ernest Maragall, con un 5,2, y la líder de Junts, Neus Munté, con un 5, son los únicos que aprueban. El resto de líderes de los grupos municipales obtienen un suspenso. Entre ellos, Jaume Collboni (PSC) es quien se hace con la nota más alta, un 4,7, que mantiene intacto desde diciembre del 2020. Luz Guilarte (Ciutadans) obtuvo un 3,7 en el barómetro de este julio, una nota más baja que hace seis meses (cuando sacó un 4), y Eva Parera (Valents) también ha logrado un 3,7 (respecto al 4,5 de diciembre del 2021). El último líder municipal –y el que obtiene la peor nota– es Josep Bou (PP), con un 3 (hace seis meses los barceloneses le dieron una décima más).
Preocupaciones
La inseguridad es el principal problema de la ciudad para el 22% de los entrevistados, seguida de la limpieza (11,5%), la gestión política municipal (7,3%) y el acceso a la vivienda (7,3%). La vuelta a la normalidad tras dos años marcados por la pandemia de Covid hace aflorar la preocupación por el turismo, que sube tres puntos y se sitúa en el 6,1%, y la congestión del tráfico preocupa a un 5,7% de los entrevistados, 2,7 puntos más que en el barómetro anterior.
En otro orden de cosas, el 64,4% de la ciudadanía de Barcelona afirma haber modificado el uso de los electrodomésticos para ahorrar y un 31,8% ha cambiado o cambiará sus planes de vacaciones debido al aumento de precios vinculado a la inflación, según el barómetro semestral del Ayuntamiento. Entre el 45 y el 51% de los entrevistados ha reducido o piensa reducir el uso de la calefacción y el aire acondicionado, y ha modificado o piensa modificar los hábitos relacionados con la compra de alimentos y las salidas a bares o restaurantes, de ocio o fuera de la ciudad.
En cuanto a las vacaciones, el 31,1% afirma que se quedará en Barcelona este verano, casi 10 puntos menos de los que pensaban hacerlo en 2020, año en que las restricciones de viaje por la Covid eran más severas.
A los barceloneses entrevistados también les preocupa mucho o bastante la guerra en Ucrania (83,2%) y ocho de cada 10 de ellos piensa que tendrá un impacto negativo o muy negativo sobre la economía de Barcelona. En cambio, la valoración de acogida de las personas refugiadas ucranianas en Barcelona es muy positiva o bastante positiva, apoyándola tres cuartas partes de los entrevistados.
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