Ruido nocturno

Colau incrementa las multas por botellón en Barcelona hasta los 600 euros

El Ayuntamiento eleva el importe hasta el máximo permitido por la ley

Botellón una noche cualquiera de sábado en Barcelona
Botellón una noche cualquiera de sábado en BarcelonaMarta PérezAgencia EFE

De un tiempo a esta parte, el Ayuntamiento ha declarado, sobre el papel, la guerra al ruido nocturno en Barcelona. Si en algunas zonas de la ciudad se ha optado por reducir los horarios de restaurantes, supermercados y terrazas, hoy han anunciado un incremento sustancial de las sanciones. Faltará por ver si, como de costumbre, los turistas, principales culpables de las molestias, se irán de rositas con aquello de envíame la multa a mi país que ya la pagaré. Y la medida, por lo tanto, se queda en un brindis al sol. En cualquier caso, las multas pueden alcanzar los 600 euros, con un mínimo de 300 euros, en los casos en que se afecte “gravemente a la convivencia”. Las infracciones leves, a su vez, pasan de los 60 a los 100 euros.

Así lo ha explicado esta mañana el teniente de alcalde de Seguridad y Prevención del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, tras la reunión de la Mesa ciudadana por una noche cívica y segura. Le ha acompañado el jefe de la Guardia Urbana de Barcelona, el intendente mayor Pedro Velázquez, que ha detallado que del 2 al 8 de agosto se han interpuesto 747 denuncias por consumo de alcohol en la vía pública, todas ellas por infracciones leves. Es decir, por beber en una lata o botella de vidrio, causar molestias leves o ensuciar la vía pública. La ley de seguridad ciudadana se aplicaría en caso de molestias muy graves al vecindario, cortes de tráfico o perturbación grave de la circulación de peatones. También ha dicho que en comparación con el julio pasado las llamadas al 112 por molestias de convivencia relacionadas con concentración de personas en la vía pública se han reducido en un 27%.

Según Batlle, el endurecimiento tiene un “carácter disuasorio” y ha hecho un llamamiento al civismo y la convivencia. Uno de los puntos de la ciudad donde la problemática es especialmente visible es en el “triángulo golfo” de Poblenou, una zona de la que Batlle ha asegurado que están especialmente vigilantes. En este sentido, ha afirmado que “por supuesto intervendrán policialmente cuando haga falta”, pero ha apelado también a la responsabilidad individual.

Batlle ha detallado que las sanciones tienen voluntad disuasoria, y dado que las declaraciones se han producido después de la reunión semanal de seguimiento del funcionamiento de todos los servicios municipales durante el verano, ha agregado que funcionan “con normalidad”, también en el caso de la seguridad y la prevención.

Preguntado por los pinchazos a mujeres en discotecas, Batlle ha explicado que es un tema “preocupante”, que no les consta ningún caso en que haya habido sumisión química y que cuentan con la colaboración del sector del ocio nocturno para darles información que sirva para reconducir la situación.

El aumento de las multas es otra de las medidas impulsadas en Barcelona para frenar el ruido nocturno. En algunos puntos de la ciudad, como en la calle de Enric Granados, se ha adelantado el cierre de las terrazas. En una línea similar, en cuatro puntos de Ciutat Vella, se han limitado los horarios de bares, restaurantes, terrazas y supermercados.

El debate sobre el importe de las multas por botellones hace tiempo que está sobre la mesa del gobierno municipal de Ada Colau. Hace unas semanas, el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, propuso que las multas por beber alcohol en la vía pública llegaran hasta los 1.000 euros. ERC ya tildó esta propuesta de “desproporcionada”.