Municipal

Colau lleva la reducción de horarios nocturnos en terrazas al centro de Barcelona

Tras Enrique Granados, ahora le toca el turno a Joaquim Costa, Escudellers y las palzas dels Àngels y George Orwell

Varias personas en la terraza de un bar, frente a la playa de la Barceloneta
Varias personas en la terraza de un bar, frente a la playa de la BarcelonetaDavid ZorrakinoEuropa Press

El Ayuntamiento, ante las quejas vecinales por el ruido nocturno en varios puntos de la ciudad, ha decidido tirar por el camino de en medio. Es decir, obligar a los locales a cerrar antes. Así, tras el anuncio sobre la calle de Enrique Granados, ahora le toca el turno a Ciutat Vella. Los retaurantes, terrazas y supermercados de los cuatro puntos conflictivos, las calles de Joaquim Costa y Escudellers y las plazas dels Àngels y George Orwell, tendrán que cerrar antes. La medida afectará a 53 locales restauración, 90 establecimientos de venta de alimentación y 13 terrazas, según los datos municipales. De este modo, el distrito quiere reducir la contaminación acústica en las Zonas Acústicamente Tensionadas en Horario Nocturno (ZATHN) de Ciutat Vella., que se reforzará con planes de inspección específicos y con mayor presencia de la Guardia Urbana.

En concreto, la restauración deberá cerrar a las 2 h (el horario actual termina a las 3 h), mientras que los establecimientos de venta alimentaria tendrán que bajar la persiana a las 22 h. En cuanto a las terrazas, tendrán que recogerse como máximo a las 23 h durante toda la semana, de lunes a domingo. Además, se limitarán los conciertos y eventos en estas calles y se restringirán actividades. Según los datos municipales, se beneficiarán 13.000 vecinos: 8.500 en la zona de Joaquín Costa y la plaza dels Àngels y 4.500 en plaza George Orwell y Escudellers.

En el caso de las terrazas, el Ayuntamiento ha previsto más restricciones, aparte del horario. Se limitará el número de módulos permitidos en cada establecimiento y se prohibirá unir mesas. En cada una podrá haber como máximo cuatro personas o un núcleo familiar. De esta forma, se quieren ubicar los grupos grandes en el interior de los locales. Además, mesas y sillas de las terrazas tendrán que tener tapones de plástico en las patas para reducir su ruido y las cadenas con las que se atan durante la noche también tendrán que estar plastificadas.

El consistorio prevé que las medidas entren en vigor una vez se hayan realizado todos los trámites administrativos necesarios, un período en el que los locales podrán presentar alegaciones y que se prevé que se alargue durante más de un mes. De esta forma, Ciutat Vella emprende un camino parecido al de la calle de Enric Granados, donde las terrazas también tendrán que cerrar una hora antes.

La medida se ha tomado después de analizar los datos de ruido captados por los sonómetros que se instalaron a mediados de junio. Según el Ayuntamiento, los aparatos han permitido constatar la contaminación acústica nocturna, que supera en 3 decibelios los niveles permitidos de forma continuada. El ruido permitido se supera todos los días de la semana y en algunos momentos incluso se ha llegado a rebasar el umbral en 10 db.

Más allá de los cuatro espacios donde ahora se limita la actividad, el Ayuntamiento ha avanzado que se tomarán más medidas en otros puntos de Ciutat Vella. En concreto, en dos calles en las que también se han detectado niveles sonoros altos: Allada-Vermell y Almirall Churruca. El consistorio asegura que estará dispuesto para evitar que el problema se traslade a otros puntos del distrito y, en caso de que así sea, se instalarán sonómetros para comprobar los niveles de ruido.

Las ZATHN son un instrumento a disposición de los distritos para impulsar planes de reducción de contaminación acústica adaptados a cada caso concreto, e incluyen actuaciones puntuales solo en calles o plazas donde se ha comprobado que se superan los umbrales de ruido durante la noche para reducir el impacto sonoro y la contaminación acústica que afecta al vecindario.