Barcelona ya tiene su primer (y lujoso) beach club: Bastian Beach

Aunque cueste creerlo, Barcelona no tenía ningún «beach club» hasta ahora. Sin embargo, desde el miércoles 10 de julio la Barceloneta cuenta con un lujoso oasis a pie de playa llamado Bastian Beach por su ubicación, la playa de San Sebastián.

Se trata de una colaboración entre el Club Natació de Barcelona –ubicado justo al lado del club– y Costa Este, el grupo de restauración y ocio nocturno, propietario de otros establecimientos de Barcelona como Opium, Pacha o Bling Bling.

Un enorme proyecto que cuenta con una inversión de 15 millones de euros. El CNB y Costa Este llegaron a un acuerdo el año pasado que consistía en la modernización de las instalaciones deportivas, que estaban prácticamente abandonadas, para darle una función de ocio.

En sus 5.000 metros cuadrados, Bastian Beach combina descanso, gastronomía y entretenimiento con sus diferenciados espacios. Por un lado, tiene la terraza, que es la parte de la piscina con vistas a la playa rodeada de tumbonas y distintas zonas de sol y sombras. La entrada para esta zona va de los 50 hasta los 2.000 euros – dependiendo del nivel confort solicitado– consumibles en bebidas, unos precios que se doblan los fines de semana.

Por otro lado, el complejo ofrece la zona de restauración –por la que no hace falta comprar entrada, ya que el acceso a ambas zonas es independiente–, un espacio de más de 1.200 metros cuadrados que, incluyendo la terraza y su interior, tiene capacidad para unos 350 comensales.

El restaurante tiene una oferta gastronómica variada, pero centrada en la cocina mediterránea, ofreciendo tapas, arroces y pasta. Pero también pone el foco en la cocina asiática, ya que su carta también ofrece diferentes tipos de sushi.

«Desde un principio supimos que la oferta gastronómica que queríamos ofrecer en Bastian Beach tenía que estar a la altura del espacio y del entorno que lo rodea», asegura Ramón Bordas, cofundador y CEO de Costa Este, quien añade que han diseñado la carta «seleccionando uno a uno los platos para incluir solo elaboraciones que recorran sabores mediterráneos en un enclave único con vistas al mar».

El espacio del restaurante, que ha sido diseñado por Estrella Salietti y Futur2, transmite un ambiente vacacional, tanto por su mobiliario como por su disposición, que bien podría ser propia de destinos como Mykonos o Ibiza.

Bordas, además, asegura que Bastian Beach es un proyecto «de máxima importancia» para el grupo Costa Este y, a la vez, «un proyecto fantástico para la ciudad de Barcelona». «Hemos trabajado intensamente para convertirlo en un lugar de referencia que sitúe a la ciudad a la altura de otros grandes competidores», asegura.

En cuanto a los pisos de arriba, todavía están en obras, y pretenden tenerlos listos a contrarreloj para la llegada del gran evento de la playa barcelonesa este año: la Copa América de Vela. La macro competición deportiva, que acogerá Barcelona del 22 de agosto al 20 de octubre, tendrá una buena vista panorámica desde el rooftop 360 grados que ofrece Bastian Beach, justo enfrente de donde estará ocurriendo el evento.

De hecho, según informan los propietarios del local, Bastian Beach estará a la disposición de las empresas, que alquilarán sus puestos con las vistas más privilegiadas como si de una tribuna del campo de regata de la competición de vela se tratara.

Es tanta la importancia que Bastian Beach le da a la Copa América de Vela, que el club no continuará con la finalización completa de las obras hasta que no finalice la competición. Para entonces, el segundo piso se convertirá en otra terraza con vistas a la playa.

Todas las plantas, cuatro en total, tienen una superficie de 650 metros cuadrados, y todas ofrecen oferta gastronómica. Además, la planta de arriba contará con otra piscina.

ORIGEN DEL NOMBRE

El nombre del club, Bastian Beach, hace referencia a la playa en la que se ubica, la playa de San Sebastián, donde a principios del siglo XX se instalaron los primeros establecimientos de baño.

Para aquel entonces, era una actividad lúdica reservada a las clases acomodadas de la capital catalana. Esta playa adoptó este nombre para tratar de replicar la playa de La Concha de San Sebastián, un punto de encuentro social de referencia a nivel europeo.