Los centros deportivos tendrán que elegir ahora entre la ducha o el césped

Ante la polémica generada por el anuncio de prohibir el uso de duchas en instalaciones deportivas por sequía, el consejero de Acción Climática, David Mascort, aclaró ayer que esta medida tiene matices. El consejero explicó durante el pleno del Parlament que cada club decidirá cuándo cierra las duchas para poder seguir regando el césped o rellenando las piscinas. «Quizá todos los días o quizás no», añadió.

Mascort también apuntó que los clubes tienen diferentes instalaciones y saben dónde consumen el agua, por tanto, son ellos los que decidirán cómo compensan el agua destinada a regar. O en las piscinas cerrando las duchas. «Pueden decidir cerrarlas por los entrenamientos y abrirlas por los partidos. Será decisión de cada club teniendo en cuenta el tope de agua que pueden gastar», dijo.

Además, dejó claro que la medida se aplicará «por igual» a todos los clubes, independientemente de la categoría. «Esto no quiere decir que deben cerrar a la fuerza las duchas de todos los equipamientos. Sólo los campos de fútbol que quieran mantener esta actividad y las piscinas, que tendrán que compensar esta agua que utilizan cerrando las duchas de los vestuarios», detalló Mascort.

«Las duchas de los vestuarios gastan mucha más agua que rellenando las piscinas. Por eso, creemos lógico racionarlas», destacó el consejero, quien se disculpó por si este martes «se equivocó al explicarse». El propio consejero admitió que su «error» en la explicación de la medida ha generado mucho «estruendo».

En cuanto a las sanciones, aseguró que el Govern controla desde hace tiempo el agua que gastan los grandes consumidores y, por tanto, si los clubes acceden a los consumos serán sancionados como se hace con «cualquier actividad».

Durante su intervención, el diputado de los Comuns, Enric Bárcena, fue crítico con la gestión que está haciendo el Govern: «Las decisiones del Govern son contradictorias, cuestan de entender y generan falsas expectativas». Bárcena añadió que «la planificación del Govern llega tarde» y criticó su falta de ejemplaridad reprochándole que sigan adelante actividades de alto consumo de agua.

El diputado habló sobre la fabricación de nieve artificial –que, según él, cada cañón consume 300 litros por minuto– además de insistir en el proyecto del Hard Rock, que «equivaldría al consumo de una ciudad de 30.000 habitantes».

Además, el representante de los Comuns le echó en cara que no se hubiera previsto que las pistas de hielo no entraban en las medidas de prevención por sequía. «Usted mismo ha reconocido que, si se hubiese podido anticipar, hubiesen incluido las pistas de hielo en el plan de sequía».

Precisamente ayer en Girona se decidió anular la pista de hielo por la situación de sequía. Fuentes de la Fira de Girona detallaron que la pista, que se lleva haciendo desde hace 17 años, «aún no estaba instalada». Primero se optó por adaptarla reduciendo el agua necesaria en un 40%, finalmente ha decidido que anularla «es la medida socialmente responsable y necesaria, por compromiso y ejemplaridad». En Barcelona hace semanas que diversas pistas están en marcha.