ERC asume que no habrá amnistía previa y ya solo pide "compromiso"

ERC no exige sí o sí la amnistía antes de la investidura. Los republicanos ya asumen que no la conseguirán de forma previa a la votación de Pedro Sánchez y ya solo piden un «compromiso escrito» y un calendario acotado al PSOE, Un desmarque notable respecto a Carles Puigdemont, quien exige «cobrar por adelantado» y tener atada la anulación de las penas del «procés» antes de dar un hipotético «sí» al presidente en funciones del Gobierno.

«Pedimos que se despenalice lo que nunca se debería haber penalizado. [Aceptaríamos] un compromiso firme, firmado, con una calendarización y con la firme voluntad política de que se llevará a cabo», confirmó ayer en una entrevista en TVE la diputada en el Congreso, Teresa Jordà.

ERC quiere que la amnistía salga adelante antes de la investidura «si es posible», aunque ya abre la puerta en público a dar sus votos a Sánchez si aún no está aprobada en el momento de la investidura. «Nosotros lo que queremos es que se apruebe una ley de amnistía», resolvió ayer la dirigente. Un matiz importante que los republicanos abrazarían si tienen garantías por parte del PSOE y de Sumar después de que el propio Jaume Asens, intermediario de Yolanda Díaz, haya dicho que el calendario es demasiado ajustado.

Así lo admitió ayer Jordà, negociadora republicana con los socialistas para la Mesa del Congreso que cristalizó con la presidencia de Francina Armengol. Un aspecto no menor que llega horas después de la Diada y en plena ebullición política sobre las cesiones de Sánchez al independentismo.

El partido de Aragonès defiende que el debate sobre la amnistía no sería posible si no hubiesen logrado la mesa de diálogo, los indultos o la reforma del Código Penal atada con el PSOE. «A veces hemos estado muy solos», repiten estos días para desmarcarse de Junts y poner en valor las concesiones arrancadas a lo largo de estos últimos años. «Ahora hay que poner el contador a cero», avisó Jordà sobre la amnistía y la mesa de negociación.

Precisamente, sobre si Junts y concretamente Puigdemont deben formar parte de la mesa de diálogo, Jordà no cerró la puerta a esa posibilidad, al ser preguntada al respecto en la entrevista: «Nos entenderemos, evidentemente. Estamos en otra fase, hemos subido un escalón». «Ya determinaremos quién debe estar, seguro que nos entendemos, pero tiene que haber voluntad negociadora», insistió la diputada de ERC, recordando que fue Quim Torra, de Junts, quien impulsó la propia mesa de diálogo.

Lejos del ruido de la Diada, lo cierto es que ERC mostró ayer su perfil más pactista también con los posconvergentes. «Sería fantástico que hubiera un equipo negociador de Junts y ERC para la amnistía», aseguró la diputada en el Congreso. En este sentido, celebró el «giro estratégico» de Carles Puigdemont y de Junts «hacia la negociación y hacia hacer política». «Pedimos lo mismo, juntos hicimos posible el 1-O», avisó.

Un «frente común» ERC y en especial Aragonès reclaman pese a las diferencias con los posconvergentes y a la pugna por el liderazgo del independentismo, plasmada también en las negociaciones para la investidura.