Retorno de un gestor cultural
Y Manuel Borja-Villel regresó...
El exdirector del Reina Sofía y el Macba fue presentado oficialmente como asesor de la conselleria de Cultura en materia de museos
El regreso más anunciado en la cultura catalana ya es una realidad. Manuel Borja-Villel ya está en Barcelona, la ciudad en la que dirigió la Fundació Antoni Tàpies y el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), para ponerse al frente de los museos dependientes de la Generalitat, una operación que supone el retorno a la capital catalana de quien ha sido durante varios años, desde 2008 y hasta 2023, máximo responsable del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, cargo que ocupó durante tres mandatos. Lo hace como asesor de la conselleria de Cultura en materia museística.
Flanqueado por la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, y por el director del Museo Nacional de Arte de Cataluña (Mnac), Pepe Serra, Borja-Villel habló con la Prensa de cuáles son sus intenciones en un cargo que tendrá su sede en el barcelonés Palau Moja, en el corazón de la Rambla. El Mnac y su futura ampliación, con los ojos puestos en la celebración del centenario del Palau Nacional en 2029, será el eje a partir del cual se dibujará la propuesta museística de Borja-Villel, quien en estos días también ha mantenido reuniones con los responsables de la Fundació Tàpies y el Arts Santa Mònica. «Aquí no tengo funciones ejecutivas, es algo que tenía muy claro cuando se acabó mi contrato en el Reina Sofía. Mi trabajo es el de pensar, interpelar, buscar rendijas. No se trata de hacer informes sino de pensar en objetos, hechos, documentos... Es algo que tendrá que ver con discusiones, programas públicos. No estamos pensando en exposiciones o publicaciones sino en otra cosa, en algo importante y único. Nos encontramos ante una posibilidad de cambiar que es única», dijo.
Todo ello tiene como base, como ya se ha indicado, el Mnac, un museo de carácter enciclopédico, que en los últimos años ha conocido importantes impulsos y una modernización gracias a su actual director Pepe Serra y su equipo. De este carácter enciclópedico, Borja-Villel habló de «un museo enciclopédico que categoriza, que nos dice lo que tenemos que pensar, que prioriza la dominación, el poder, el beneficio sobre la vida, se trata de conseguir un museo que priorice la vida sobre el poder». A este respecto, añadió que la refundación del Mnac es «una oportunidad única que no se puede perder. Estamos ante una necesidad ética y política de replantear este museo. El problema de los museos es que tienen más obra de la que pueden exponer y coleccionar no quiere decir acumular». Es, por lo tanto, un momento de «cambiar formas de pensar, cambiar las formas de relacionarnos, de repensar los museos, de hablar de los espacios. Y hacerlo a partir de una refundación es importante».
Quien ha sido director del Reina Sofía regresa, como el mismo apuntó, «a casa en un momento de transformación museística». Cuando se le preguntó por qué había querido volver afirmó que también ha influido el hecho de que «Cataluña tiene una tradición de disentir sin violencia, de disentir a partir de saber que puede haber tensión, desacuerdos muy fuertes, pero siempre hay un respeto por el otro». Hay otro aspecto que también quiso subrayar sobre la identidad catalana como es el hecho de que estamos ante una realidad museística que es «muy distinta a la de París o Londres. Aquí, la modernidad se ha hecho gracias al impulso de muchos artistas, de Picasso, Miró, Tàpies, lo que significa que se trata de una modernidad fragmentada. También estamos en un un país en el que hay una red de museos, colectivos que trabajan de forma asimétrica, de una forma muy compleja».
Sin querer precisar cuándo tendremos los primeros resultados sobre el encargado recibido de manos de la conselleria, sí se aventuró a decir que «será lo antes posible», además de añadir que su contrato con el departamento de la Generalitat es, por el momento, de tres años.
Por su parte, la consellera Natàlia Garriga no pudo disimular su satisfacción ante el aterrizaje de Borja-Villel en la conselleria porque «su incorporación permite reflexionar sobre proyectos estratégicos del panorama museístico catalán, con el Mnac como centro. Es una voz potente y en Cataluña queremos captar todo el talento posible, queremos estar a la vanguardia de la reflexión cultural. Poder contar con él es un privilegio y nos interesa su perspectiva sobre los museos. Es un asesor que suma conocimiento y que propicia debate».
Garriga no quiso concretar cómo se dio el paso para el retorno de Borja-Villel a Barcelona, una propuesta en la que también tuvo un papel destacado Jordi Martí cuando era el responsable de Cultura durante el mandato último de Ada Colau al frente del Ayuntamiento de Barcelona. La operación, según pudo saber este diario, tuvo también la implicación directa del mismísimo presidente de la Generalitat Pere Aragonès.
Por su parte, Pepe Serra también intervino para decir que «este fichaje es una oportunidad buenísima para el museo». La llegada de Borja-Villel a la capital catalana coincide, en palabras de Serra, con «un momento bueno, fuerte y potente para el museo». Recordando el objetivo de ampliar el Mnac con uno de los antiguos pabellones de Fira de Barcelona, Serra apuntó que «el nuevo museo da una oportunidad única de repensar un nuevo modelo de museo enciclopédico. Es un cambio de escala para la ciudad y el país. Es un momento de gran transformación y acelerada y en el que trabajaremos con una montaña de museos e instituciones que desborda la realidad geográfica del centro».
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