Opinión

Manuel Bultó, un señor de Barcelona, una víctima

Retrato del hijo de un asesinado por el terrorismo en Cataluña

José María Bultó
José María BultóAgencia EFE

Manuel Bultó Font es el clásico caballero. Con sus ochenta y seis años sigue siendo un montañero y continúa moviéndose en moto por Barcelona”.Así empecé el capítulo dedicado a él en mi libro escrito junto a la gran periodista Xiana Siccardi "En Toga de Abogado. Un abogado que se enfrentó al terrorismo”.

Manuel Bultó, todo un señor, era hijo de José María Bultó, un industrial que creó muchos puestos de trabajo. El día 9 de mayo de 1977 la organización terrorista EPOCA (Exèrcit Popular Català), le adosó una bomba en el pecho que estalló destrozándolo por completo. Quien acudió a su casa en primer lugar y vio los restos de su padre esparcidos por todas partes fue Manuel.

El cerebro de aquel atentado fue Jaume Martínez Vendrell que instruyó a los autores materiales. Con el paso de los años el Ayuntamiento de Santa Coloma de Cervelló le dedicó a Martínez Vendrell una calle como “Patriota Català”.

Manuel era todo un Señor en el que no cabía el rencor, pero tampoco estaba dispuesto a soportar esa injusticia. Iniciamos entonces un largo periplo judicial hasta conseguir y conseguimos que el nombre de la calle fuese retirado gracias, en gran parte, a una extraordinaria abogada del Estado: la señora Sue de Antonio, tan humana como valiente, tan preparada como eficaz.

Manuel quería pagarme por mi trabajo, a lo que me negué en redondo. Aunque él obviamente pudiese hacerlo, yo quería seguir con mi orgullo de decir que jamás he cobrado una minuta de una víctima del terrorismo. Desde entonces cada Navidad llegaban a mi casa seis botellas de un excelente champán francés con el que brindábamos en familia por nosotros y por la memoria de todas las víctimas del terrorismo.

Manuel nos dejó la semana pasada sólo físicamente. Quedará para siempre pendiente la cena con Sue y con él, pero su recuerdo de señorío, valentía, coraje, educación y principios hace que su memoria sea uno de los episodios de nuestras vidas que creo que ni Sue ni yo olvidaremos jamás.

Esta Navidad, yo compraré el champán y en mi casa se volverá a brindar por todas las víctimas del terrorismo, pero en especial por Manuel Bultó, un señor de Barcelona, una víctima.