El fin del 'top manta' en Barcelona y sus alrededores parece estar cerca. Un operativo conjunto entre Mossos d'Esquadra y Policía Nacional ha dado un golpe fuerte a las organizaciones criminales que operan en el litoral catalán.

Desde las 6:00 de esta mañana, las fuerzas de seguridad están llevando a cabo una serie de registros y entradas en Salou (Tarragona), en lo que promete ser una de las mayores acciones contra la venta de productos falsificados en la región.

Este dispositivo llega dos semanas después de que la Guardia Civil realizara un operativo en el que se incautaron 23 carros y 10 sacos llenos de artículos presuntamente falsificados, en lo que demuestra la magnitud del top manta que sigue proliferando en la zona.

El objetivo de esta operación es desmantelar una red de venta ilegal que, según los Mossos, distribuye productos de imitación en la vía pública, afectando tanto la economía local como el bienestar de los consumidores. Con este operativo, se espera dar un golpe definitivo a las organizaciones que aún operan en el mercado negro.

Este operativo es solo una parte de los esfuerzos del gobierno catalán y las fuerzas de seguridad para erradicar el top manta y combatir la venta de productos falsificados, que no solo afectan a la industria legítima, sino que también son una puerta abierta a otros delitos.

Tras el delito -vender productos que casi nadie compra en una manta- viene el juicio público. Tras le juicio público, la mirada de desaprobación. La ignorancia, indiferencia. Y, ahora, dispositivos organizados para criminalizar la pobreza. Muchos manteros no tienen acceso a trabajos formales por su situación irregular -residir sin papeles-. El top manta les permite ganarse la vida dentro de sus posibilidades, evitando caer en la delincuencia o en la mendicidad.

La venta ambulante no solo es un medio de subsistencia, sino también una forma de crear comunidad entre personas migrantes, que se ayudan entre sí. Algunos colectivos como el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes incluso han impulsado su propia marca de ropa, Top Manta, como forma de empoderamiento y visibilización de un colectivo que -más que hacer daño a nadie- es vulnerable.

¿Acabará el top manta en Barcelona? Esta por ver, pero mientras se criminaliza a los manteros, se siguen tolerando otros tipos de fraude y economía sumergida a gran escala -una que da dinero a quien interesa, claro-.