
Vivienda
Las otras casas orsola: 10.000 vecinos de Barcelona en riesgo de ser expulsados de sus casas
El 70% de los alquileres en el distrito del Eixample son temporales, según un estudio vecinal

El caso de la Casa Orsola no es un hecho aislado en el distrito barcelonés del Eixample. Según un estudio presentado este martes por las asociaciones de vecinos de la zona, al menos 232 fincas del distrito se encuentran en una situación similar a la de este emblemático edificio, cuya compra por parte del Ayuntamiento evitó la expulsión de sus inquilinos.
El informe, elaborado entre 2016 y 2024, identifica estas fincas como «especulativas», es decir, aquellas de propiedad única donde se han detectado procesos de compra para su comercialización, grandes rehabilitaciones, cancelaciones de contratos o precios que superan ampliamente la media del mercado. De ellas, 131 se encuentran en la Dreta de l’Eixample, 48 en la Esquerra de l’Eixample, 24 en Sagrada Família, 18 en Sant Antoni y 11 en Fort Pienc.
El impacto de este fenómeno no es menor: en los últimos ocho años, se han producido alrededor de 100 desalojos judiciales en estos edificios, mientras que cerca de 4.000 vecinos han sido víctimas de lo que las entidades denominan «desalojos invisibles», aquellos en los que los inquilinos abandonan sus viviendas debido a la presión económica o al temor de ser expulsados. En total, se estima que más de 10.000 residentes del Eixample se han visto afectados.
Alquiler temporal y turismo: los motores del mercado
El estudio no solo denuncia la especulación inmobiliaria, sino que también evidencia la desviación del precio de la vivienda en la zona respecto al resto de la ciudad. Según el análisis, el coste medio de los pisos en venta supera en un 32,94% la media barcelonesa, lo que indica un claro sesgo especulativo.
Además, las asociaciones vecinales alertan de que el 70% de la oferta de alquiler en el Eixample es temporal. Esta tendencia responde, en parte, al crecimiento de los alquileres turísticos y de corta duración, que contribuyen a la expulsión progresiva de la población residente. De hecho, el 21% de las camas en el distrito están destinadas al turismo, lo que impacta directamente en la disponibilidad y accesibilidad de la vivienda habitual.
Reclamo de medidas contra la especulación
Las conclusiones del estudio fueron expuestas en una rueda de prensa celebrada en el Espai Línia de la Dreta de l’Eixample. Durante su intervención, el presidente de la asociación de vecinos del barrio, Jaume Artigues, subrayó que la legislación vigente es «demasiado débil» para frenar la especulación y reclamó una intervención más decidida en el mercado de la vivienda.
Según Artigues, es fundamental reforzar la regulación para evitar que se sigan repitiendo casos como el de la Casa Orsola. La compra pública de inmuebles, el control de los precios del alquiler y la limitación de la propiedad vertical en manos de grandes inversores son algunas de las medidas que las entidades vecinales consideran urgentes para garantizar el acceso a la vivienda en el distrito.
El informe pone en evidencia la creciente presión inmobiliaria sobre los vecinos del Eixample, un fenómeno que se repite en otras zonas de Barcelona y que plantea un desafío clave para las administraciones: ¿cómo equilibrar el crecimiento económico con el derecho a la vivienda de la ciudadanía?
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