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El pueblo catalán que alberga la leyenda de los perros vampiro
Esta criaturas no solo estaban en la antigua comarca de los dips, sino que también se ven reflejados en su escudo

Los pueblos de España albergan una infinidad de leyendas, una de las razones por los que son tan reconocidos en la actualidad. La tradición y la historia se ve reflejada en diversos destinos que los turistas marcan en sus agendas para su próximo viaje, donde priman los lugares bonitos con elementos arquitectónicos de lo más reconocidos, la gastronomía tan característica de nuestro país, las condiciones climáticas, el precio, etc. son varios los factores que hay que tener en cuenta cuando se trata de descubrir un sitio nuevo.
Uno de los mejores destinos, el cual recibe mucho turismo, tanto nacional como internacional, es Cataluña, una de las Comunidades Autónomas donde se establece la cultura más identitaria de nuestro país. Sus costumbres, su fiestas o sus historias la convierten en un irresistible para los turistas. El tercer factor de los últimos tres señalados se puede ver reflejado en pueblos medievales, pero también existe otra leyenda que tiene que ver con los perros vampiro.
Este es el pueblo catalán que alberga la leyenda de los perros vampiro

Se trata de Pratdip, un municipio que reúne un total de 763 habitantes, según datos del Instituto de Estadística de Cataluña. Este pueblo está localizado en la sierra de Llaberia, concretamente en la comarca del Baix Camp, Tarragona. Este pintoresco lugar reserva los restos de la Edad Media en su interior y un entorno perfecto para realizar todo tipo de actividades, como el senderismo o los recorridos en bicicleta.
No solo residen los yacimientos más característicos de la época medieval, sino que una de las historias por las que más se conoce a Pratdip es por la leyenda de los dips, unos perros lobo negros y endemoniados que habitaban en las montañas. Cuando el sol caía, estos animales se dejaban ver mediante una oscura silueta haciendo brillar sus ojos, suponiendo así el miedo de todo aquel que los presenciara.
Los dips, unos perros vampiros que residían en Pratdip
Estos perros vampiro, también conocidos como los dips, tan solo poseían tres patas y unos ojos de color rojo. Su principal motivación era atacar a los rebaños del ganado, con el objetivo de alimentarse de ellos, pero también a todos aquellos seres humanos que llegaban tarde a sus casas por quedarse bebiendo hasta altas horas de la noche.
La razón por las que son considerados unos vampiros es porque, mediante estos comportamientos agresivos y despiadados, empleaban su colmillos para matar a las presas y beberse su sangre. Esta teoría estaría fundada bajo los restos que se encontraban los residentes del territorio de las víctimas de los dips, donde podían visualizar las marcas de los afilados dientes de estas criaturas.
¿Por qué este pueblo se llama Pratdip?
Desde el nacimiento de este pueblo, aunque hay diversas fuentes que apunta a orígenes diferentes, los dips han estado estrechamente relacionados con la comarca; en la actualidad, estos perros todavía son la marca identitaria de Pratdip. Desde que surgió este poblado, ya estaban presentes estas violentas criaturas, por eso en la antigüedad se le denominaba el prado de los dips.

Su primera aparición se dio en el retablo de Santa Marina en 1602 y, más de un centenar más tarde, en 1730, volvieron a manifestarse en otro retablo. Su imagen desafiante no está presente en el escudo de Pratdip, donde se puede ver a un perro que ahora es más amigable.
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