Política
Puigdemont ordena romper con el PSOE y abre una crisis en la legislatura de Sánchez
La ejecutiva de Junts aprueba por unanimidad poner fin al acuerdo de Bruselas y deja en el aire el futuro de los Presupuestos y la estabilidad del Gobierno
Carles Puigdemont y la dirección de Junts per Catalunya (Junts) han decidido este lunes romper con el PSOE tras una reunión celebrada en Perpiñán (Francia). Según fuentes de la formación, la decisión se ha tomado por unanimidad y supone poner fin al acuerdo de investidura que permitió a Pedro Sánchez revalidar la presidencia del Gobierno hace casi un año. Aunque el partido no ha ofrecido aún detalles sobre el alcance de la ruptura, se prevé que Puigdemont comparezca esta tarde para explicar los pasos que adoptará la formación en el Congreso.
La reunión, celebrada a puerta cerrada en la ciudad francesa donde reside el expresident, ha sido descrita por varios asistentes como “tensa pero clara” y ha durado varias horas. El debate ha girado en torno a tres posibles salidas: una ruptura dura, que implicara retirar todo apoyo al Ejecutivo; una ruptura blanda, consistente en bloquear los Presupuestos Generales del Estado y otras iniciativas clave sin romper formalmente los canales de diálogo; o la continuidad del pacto con nuevas exigencias. Finalmente, el partido ha optado por la primera vía. “No se han cumplido los compromisos del acuerdo de Bruselas, y el tiempo de la confianza ha terminado”, ha señalado una fuente próxima al entorno de Puigdemont.
La dirección de Junts someterá ahora la decisión a ratificación de la militancia, en una consulta que podría activarse en los próximos días. No obstante, el resultado parece anticipado: la votación interna en la ejecutiva ha sido unánime y refleja el consenso del núcleo del partido en torno al expresident. El movimiento sitúa a Junts en una posición de máxima confrontación con el Gobierno y amenaza con desestabilizar una legislatura que depende de mayorías muy ajustadas en el Congreso.
El origen del desencuentro está en lo que Junts considera incumplimientos reiterados del “acuerdo de Bruselas”, especialmente en materia de amnistía, competencias fiscales y reconocimiento del catalán en las instituciones europeas. Desde el entorno de Puigdemont se sostiene que el PSOE “ha agotado la paciencia” del independentismo y que los avances prometidos “no se han materializado”.
La ruptura supone un giro de enorme calado político. Sin los votos de Junts, el Ejecutivo pierde una de las alianzas que le ha permitido aprobar leyes clave y garantizar la estabilidad parlamentaria. La aritmética en el Congreso queda ahora en el aire: el Gobierno necesitará apoyos alternativos para cada iniciativa o asumir el riesgo de un bloqueo legislativo prolongado.
El escenario se complica también en Cataluña, donde el liderazgo de Puigdemont busca consolidarse ante un independentismo dividido. La decisión de romper con el PSOE puede reforzar su posición interna frente a ERC, que mantiene una línea más pragmática con el Gobierno. En ese sentido, Perpiñán vuelve a ser escenario de una declaración política de alto voltaje: el lugar donde Puigdemont lanzó en 2020 un mensaje de unidad independentista se convierte ahora en el punto de partida de un nuevo pulso con Madrid.
Junts no detallará hasta la rueda de prensa prevista para esta tarde qué medidas concretas acompañarán la ruptura ni si el partido contempla promover una moción de censura o limitarse a bloquear la acción parlamentaria del Gobierno. Lo que sí está claro es que el apoyo que sostuvo la legislatura desde su inicio queda formalmente roto.