Mercado del arte

¿Quiénes son los artistas catalanes más cotizados?

Los nombres del arte moderno y contemporáneo han protagonizado grandes subastas

GRAFCAT6347 BARCELONA 15/11/2023.- El escultor Jaume Plensa, posa junto a la escultura Arrels 2018, cedida por el artista a la Universidad de Barcelona e instalada el vestíbulo principal del edificio histórico para dar la bienvenida a los visitantes simbolizando una celebración de la vida y el conocimiento. EFE/Enric Fontcuberta
Jaume Plensa posa con una de sus esculturasEnric FontcubertaAgencia EFE

Este año estamos conmemorando el centenario de Antoni Tàpies. La mejor manera de calibrar su importancia, más allá del abanico de actividades programadas, es el saber qur se trata de un pintor bien representado en las colecciones de museos internacionales, aunque eso no quiere decir que esté expuesto. Por ejemplo, el Museum of Moderm Art (MoMA) de Nueva York cuenta en sus fondos con un total de 33 trabajos, entre pintura y obra gráfica. Estar allí, en el templo en el que se adora a «Las señoritas de Aviñón» de Pablo Picasso, la abstracción de Jackson Pollock o la lata de sopa Campbell de Andy Warhol es un enorme hito. Otra cosa es que el mercado, más allá de nuestras galerías, si el mercado se ha interesado por uno de los grandes iconos del arte catalán de la segunda mitad del siglo pasado. Desde 2012, año del fallecimiento del artista, hasta hoy, el paso de la obra de Tàpies por las casas de subastas ha sido irregular. Si bien en 2014 pudo sacar músculo al venderse «Gran ocra amb incisions» de 1961, en Christie’s de Londres por 1.650.500 libras, superando con creces las 600.000 libras que se esperaban, poco a poco ha ido estancándose, como pasó, en la misma casa de subastas, con «Ocre amb cinc entallats» de 1964 y que había pertenecido a la Fundació Suñol, se remató en 443.250 libras, algo lejos de las esperadas 600.000 libras.

No hay duda que en estos momentos, el artista catalán con mayor repercusión es Jaume Plensa. Sus esculturas y sus instalaciones siguen siendo reclamadas por instituciones y ayuntamientos de medio planeta. Mientras que un museo como el MoMA solo tiene dos obras que se podrían considerar como menores, las casas de subasta han respondido a este interés ofreciendo algunas piezas, especialmente esculturas, que logran superar holgadamente el precio fijado. En mayo de 2021, Christie’s vendió las obras que formaban parte de la colección de filántropa, empresaria y coleccionista Sydell Miller, entre ellas una de Plensa: «Desplazamiento II» de 2009. Con un precio de salida de 250.000 dólares subió hasta unos impresionantes 587.500 dólares. Dos meses más tarde, también en Christie’s, se dejaba en manos del mejor postor otra obra escultórica importante de Plensa, el retrato de mujer llamado «Bosque Blanco (Lou)» que llegó a las 325.000 libras pese a que su valor inicial era de 160.000 libras. En febrero del año pasado, en Sotheby’s, «Sueño de Duna», un monumental mármol, se alzaba en 482.600 dólares, superando los 250.000 dólares iniciales.

Cuesta encontrar en el mercado internacional otros nombres catalanes contemporáneos que hagan tanto ruido entre coleccionista. La suerte de Tàpies o Plensa no parece perseguir, por ejemplo, a autores de la talla de Joan Ponç o Albert Ràfols-Casamada, nombres valorados por el coleccionismo local. En julio de 2007, una composición surrealista de Ponç se vendía en Sotheby’s de Londres por 5.040 libras. En marzo de ese mismo año, y en la misma casa, «Los matadores» de Ponç solo llegaban a las 1.200 libras, muy por debajo de su cotización en el mercado.

Un caso aparte es Joan Hernández Pijuan. Cada vez que sale una de sus obras al mercado, este responde de muy buena gana. Un par de ejemplos de nuevo de la mano de Christie’s y Sotheby’s. En la primera casa de subastas, en 2011, el óleo de 2003 «Paisatge blanc» pasó de 25.000 libras a 67.250 libras mientras que la tela de 2002 «Xiprer negre» llegaba a las 51.650 libras. Más impresionante fue 2007 ver cómo en Sotheby’s «Amb lluna blanca» se cotizaba en 84.000 libras teniendo un precio de salida de 40.000.

También tenemos que mirar a otro lado, es decir, a los clásicos, a aquellos nombres que han trascendido tanto fronteras como su tiempo. Hablamos evidentemente de Joan Miró y Salvador Dalí, nombres ya consagrados y que son demandados por museos de el mundo, así como por coleccionistas. No se puede olvidar que la cotización de ambos se disparó en vida de ellos y además de lo mucho que hicieron, especialmente Dalí, para divulgar su trabajo entre galeristas, coleccionistas y museos.

El pasado año fue el del récord histórico para Miró gracias a su composición «Mujeres, Luna, Estrellas» de 1949 que fue rematada en Christie’s de París en unos impresionantes 20,7 millones de euros. Debe apuntarse que precisamente este trabajo era el gran protagonista de esa venta. En cuanto a Dalí, en 2023 tuvo la oportunidad de superar su marca con «El espectro de Vermeer» de 1934, con un precio de salida 4 millones de dólares. Se quedó en 4.860.000 pese a esperarse que alcanzara los 6 millones.