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Los siete municipios del Maresme con más riesgo de inundación

Las crecidas de las rieras y la proximidad al Mediterráneo exponen a estos municipios a riesgos elevados en episodios de lluvias

Playa del Varador en Mataró
Playa del Varador en MataróCC

La comarca del Maresme, situada entre el Mediterráneo y la sierra de Marina, es una de las áreas de Cataluña más expuestas a episodios de inundación. Su geografía, marcada por un estrecho litoral y la presencia de numerosas rieras, hace que ciertos municipios enfrenten un alto riesgo de crecidas durante fenómenos de dana. Las lluvias torrenciales, concentradas en breves lapsos, desbordan con frecuencia los cauces naturales y afectan infraestructuras, viviendas y zonas comerciales.

Municipios con mayor riesgo de inundación

  • Mataró: La capital del Maresme es uno de los municipios más afectados, con las rieras de Argentona y Sant Simó como puntos críticos durante lluvias intensas. En el año 2016, una fuerte tormenta desbordó la riera de Sant Simó, causando el corte de vías principales y la evacuación de algunas viviendas en zonas cercanas al litoral. Este episodio es solo uno de los varios eventos que subrayan la necesidad de mejorar las infraestructuras de drenaje en la ciudad.
  • Premià de Mar y Premià de Dalt: Estos municipios son especialmente vulnerables debido a la riera de Premià, que atraviesa el área y se convierte en un cauce de riesgo durante lluvias torrenciales. En septiembre de 1994, una tormenta provocó el desbordamiento de esta riera, afectando a varias zonas residenciales y ocasionando daños materiales significativos. Esta situación impulsó la construcción de barreras y sistemas de drenaje adicionales, aunque el riesgo sigue presente.
  • Cabrera de Mar: Situada en una zona donde confluyen varias rieras y torrentes de la sierra, Cabrera de Mar ha registrado numerosas crecidas, como la de octubre de 1982, que arrasó infraestructuras y propiedades en los alrededores. Esta inundación histórica puso en evidencia la limitada capacidad de evacuación del municipio, lo que llevó a implementar medidas de contención en las décadas siguientes.
  • Arenys de Mar y Arenys de Munt: Las rieras de Arenys y Sobirans se han desbordado en varias ocasiones. En octubre de 1999, una intensa dana afectó estas localidades, inundando calles, viviendas y comercios. La velocidad de la crecida sorprendió a los residentes, quienes se vieron obligados a evacuar rápidamente. Desde entonces, el Ayuntamiento ha trabajado en mejorar las infraestructuras de desagüe, aunque sigue existiendo el riesgo de crecidas repentinas.
  • Calella: Con un alto flujo turístico, Calella también ha sufrido episodios de inundación que afectan tanto a los visitantes como a los habitantes locales. En el año 2001, una tormenta intensa provocó el colapso de parte de la red de saneamiento, inundando el área del paseo marítimo y obligando a cerrar hoteles y comercios temporalmente. La acumulación de agua se debió en gran parte a la limitada capacidad de drenaje de la zona baja del municipio.

Medidas preventivas y gestión del riesgo

En respuesta a estos episodios históricos y al riesgo constante de inundación, la Agencia Catalana del Agua (ACA) y la Diputación de Barcelona han trabajado en la elaboración de mapas de riesgo y en la planificación de obras de infraestructura. Los estudios recientes de la ACA resaltan la necesidad de reforzar los cauces de las rieras y mejorar las redes de saneamiento en municipios como Mataró y Arenys de Mar para minimizar los daños durante lluvias intensas. Además, se han planteado proyectos para crear sistemas de alerta temprana que informen a los residentes sobre el riesgo de crecidas inminentes y permitan una rápida evacuación de las zonas vulnerables.

En palabras del ACA, “la gestión del riesgo en zonas como el Maresme requiere una combinación de infraestructura, educación ciudadana y sistemas de prevención, especialmente ante el aumento de fenómenos meteorológicos extremos asociados al cambio climático”. Estos proyectos de prevención y mejora están destinados a garantizar la seguridad de los habitantes de la comarca y a reducir el impacto económico de las inundaciones en el futuro.