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Aliança Catalana

Sílvia Orriols reivindica su islamofobia: "No pediré perdón ni permiso por serlo"

Mediante un mensaje en su cuenta de X, ha dicho que quien debería pedir perdón son los que tratan al islam como una religión normal

Alcaldesa de Ripoll y líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols Siu WuEFE

La alcaldesa de Ripoll y líder del partido de derechas Aliança Catalana, Sílvia Orriols, ha vuelto a hacer gala de su discurso contrario al islam y la inmigración con un nuevo mensaje en redes sociales en el que se reafirma en su islamofobia. "No pediré permiso ni perdón por ser islamófoba. Tal vez los que deberíais pedir perdón a las futuras generaciones sois los que habéis tratado al islam como una mera religión y no como una ideología política totalitaria, misógina, homófoba y retrógrada", ha escrito en su cuenta de X (antiguo Twitter).

Orriols, conocida por su discurso contrario a la islamización de Cataluña y por su polémica postura contra la inmigración, ha reiterado en varias ocasiones su rechazo a la comunidad musulmana y ha promovido medidas restrictivas en Ripoll. Desde su llegada a la alcaldía con Alianza Catalana, ha convertido la lucha contra el islam en uno de los pilares de su mandato, justificando su postura en la defensa de la identidad y seguridad catalanas.

De hecho, una hora después, ha vuelto a colgar un mensaje en X en el que ha criticado los "millones de euros que el Govern le ha regalado a los MENAS": "Es curioso que los diarios y programas abran con una supuesta irregularidad en una donación privada de 350 euros a la campaña electoral de Aliança Catalana y no digan nada de los 2.200 millones de euros públicos que el Govern le regaló a los MENAS".

Estos nuevos mensajes reafirman su postura y desafía abiertamente las críticas recibidas por sus declaraciones anteriores, que han sido tachadas de xenófobas y racistas por distintos sectores políticos y sociales. No es la primera vez que Orriols se expresa en estos términos, y su discurso ha generado una división en la opinión pública, con partidarios que ven en ella una defensa de los valores autóctonos y detractores que la acusan de fomentar el odio y la exclusión.